4 mar 2010

Ivonne Ortega, los sindicatos y los medios ¿hasta dónde iremos a parar?

Por: Narces Alcocer Ayuso

Con anticipación había escuchado del estilo priísta pero pude constatarlo durante mi formación académica. Dada mi constante convivencia con burócratas –especialmente del área de la salud y la educación- fui testigo de la manipulación sindical a las masas, condicionadas en el mejor de los casos, o bien amenazadas por sendos líderes gremiales para fungir de elementos de protesta, allanamiento o como simples acarreados para mítines políticos, con protocolos perfectamente establecidos y exclamaciones bien ensayadas, indicados a portar la camiseta y trasladarse en camiones facilitados por empresas transportistas con intereses de por medio, saciados con bebidas oficiales Natura y tortas facturadas a amigos y familiares.

Luchas y luchas han costado los derechos sindicales que, sin embargo, aún no son esgrimidos libremente por el proletariado, no porque el gobierno o los patrones los vapuleen sino debido a la retención de los mismos por la mafia de algunos sindicatos que condicionan tales garantías para sus intereses personales y/o en pos del partido que por antonomasia acapara los frentes: el Revolucionario Institucional.

Con injusticia los profesores, médicos, las enfermeras o secretarias son condicionados a optar por incrementos de horario, permutas o la soñada basificación que por derecho ineludible tendrían pero que son convertidos en “favores”, “recompensas” o demás dádivas de sus representantes siempre y cuando consientan sus caprichos; al menos en Yucatán se ha visto que los exámenes de oposición, escalafón u otra superación profesional son inútiles –aún con instrumentos oficiales- mientras titulares de secretarías y dependencias estatales padezcan de carácter débil, temeroso o bien el “jefe” haya dado luz verde a sus líderes sindicales para controlar bajo la mesa todo el aparato.

En Yucatán no sólo se palpa sino se ve, comprobándose de voz de los trabajadores que relatan la explotación que sufren por parte de sus delegados. Paradójicamente continúan sometidos a la figura corrupta del sindicato y la impavidez gubernamental pues no encuentran manera de avanzar y su situación económica y familiar les lleva a tomar tan drástica decisión. Así es nuestro México y nuestro Yucatán, producto de 80 años de priísmo pero también por culpa de nuestra apatía y egoísmo para luchar por la verdad y la libertad.

Aparte están los individuos que sin moral, principios éticos, valores profesionales ni vocación ansían recibir su plaza fija, de tiempo completo, en la ciudad y de preferencia cerca de su casa apenas dejan el plantel donde cursaron su formación.
Miran con envidia a los familiares de políticos o líderes sindicales que por “recomendación” acaparan los puestos e infieren que la corrupción es la mejor forma de hacer las cosas, prestándose para mítines, acarreos, faltando a sus actividades que son pagadas por todos los mexicanos con sus impuestos para la educación, seguridad o salud de sus hijos pero que toleran los delegados mientras hagan “bulto” en el evento; surgen entonces las famosas comisiones, licencias temporales de los burócratas para faltar a sus labores debido a “otros” compromisos.

En ocasiones son tantos los cofrades incondicionales que no todos terminan recibiendo lo que deseaban, es entonces cuando el pueblo sufre las acciones de profesionales sin ética que sólo buscan permutar lo antes posible a la ciudad en donde –una vez allí- tomarán a futuro la estafeta del gremio para continuar la terrible mafia que adolece el sector trabajador del país, en detrimento a la mayoría de los representados que no tienen de dónde elegir.

La escalofriante administración PRI-gobierno de Ivonne Ortega, teniendo olvidada a la gente de campo, ofendiendo a los estudiantes (a pesar de que muchos colaboradores de ella surgieron de las filas estudiantiles) y desinteresada por crear fuentes de empleo para la clase popular, ha centrado su estrategia política en los sindicatos a través de los cuales hace sonar su gestión. Son tantos y tantos burócratas federales y estatales que acuden voluntaria o involuntariamente a los llamados de sus líderes para servir al PRI. De los que asisten por su voluntad muchos lo hacen con dolo para conseguir las cosas fácilmente, mientras que otros, habiendo desechado toda posibilidad recta de avanzar en lo profesional y por ende económico, se presentan como último recurso. Sinceramente causa lástima pues es imposible que les toque a todos, llenándose en su credulidad los esperanzados trabajadores con “a la siguiente seguro te toca, ya es un hecho, ya hablé con el jefe”.

Sabe el partido su estrategia, por eso ha dirigido tantos recursos a los Estados desde la Cámara baja, burlando a la Federación y condicionando la autonomía municipal. Por eso rechaza la reforma política pues sabe que referendos acabarían con gobernantes como Ivonne Ortega que llegó al puesto con el voto del 33% del padrón electoral pero que seguramente ha decrecido en estos días ¿mayoría?¿dónde? Por eso sueño con el día en que el PRI pierda su registro, no sin antes haber visto a los conciudadanos librarse de la corrupta opresión sindical y de frentes populares vendidos y sobre todo de pensar por ellos mismos y no definidos por medios de comunicación; se vale soñar y querer es poder…

Vayámonos ahora al otro apoyo de la Sra. Ortega: la estrategia mediática. Se sostiene parcialmente de la empresa Televisa, quien acomodó su asignación (que no designación) como candidata a la gubernatura en 2007 por acuerdo con gente innombrable y que recibió a cambio –la televisora- puertas abiertas para disponer de la Entidad y su presupuesto, las pruebas sobran. La circunstancia de su difusión también se sostiene de la información pagada que ofrece a través del periódico Por Esto!, tabloide sensacionalista que plasma en sus páginas el más grotesco estilo que termina opacando la pluma de cierta gente apreciable que tiene la oportunidad de expresarse a través de él.

Y no es nada nuevo, dicho rotativo ha sobresalido ante todo por la persistente promoción a la figura de su director, el señor Mario Menéndez, y el marcado rencor que se expresa hacia cualquier ideología ajena a la que contribuya a la causa del dueño, contradiciendo su presunción de tolerancia. Sus páginas se plagan de palabrotas y se ha institucionalizado el mal hábito, la falta de respeto, vaya, la enfermedad psicológica de ciertos trabajadores de sus filas de poner apodos por demás ofensivos.

Ya cansado el guerrillero frustrado Mario por la edad y sus aventuras subversivas que alguna vez se acusaron de terrorismo, llenándose con el reconocimiento de únicamente los que le pagan la promoción y quienes lo creen conocer, ha cedido el control al editor y columnista Rafael Arena Rosas, un auténtico “escribidor” que no hace más que calumniar en su espacio sin siquiera establecer propuestas, imponiendo el estilo de animadversión a otros periodistas.

Entre sus zalamerías a regímenes represivos y denuncias al crimen organizado y narcotráfico que nunca tienen fundamentos (¿por qué en otras regiones los medios que se atreven a hacerlo sufren atentados y este periódico sólo recibió un explosivo mínimo, similar a la bombas caseras que alguna vez le imputaron al propietario?), publica notas que de lejos se notan compradas y que me consta personalmente, notas que terminan por difuminarse ante la imposibilidad de darles seguimiento o bien verse rápidamente desmentidas; allá se lucen Ivonne Ortega y sus secuaces –incluidos los de San Lázaro-. Se defienden quejándose de otro periódico como falso pero que coincide este último con otros rotativos de igual prosapia; los auténticos medios de izquierda que aunque no siempre los tenemos en físico bien los podemos leer en línea a diario, no usan el mismo estilo que el Por Esto! ni se hacen cómplices de sus mentiras.

Durante la función de boxeo promovida por el gobierno de Ortega, recibió tremenda rechifla que le mostraron por un momento la realidad de su gestión, la falsedad de su figura, la bajaron de su nube y ni con toda la consejería recibida para su imagen, los gastos millonarios en su físico, la promoción desmesurada de su persona cual “royal” europeo y las cargadas cuentas de sus decenas de asesores en todos los niveles de gobierno, comenzando con Ulises Cabrera, pudieron excusar el momento, cayendo en ridículas acusaciones y culminando con un “¿y qué?”

Muchos piensan que la pobre mujer es solo un títere cuyos hilos penden del centro del país, quizá por eso recibirá próximamente un reconocimiento del PRI nacional por haber vivido de la ubre del erario ininterrumpidamente, como ejemplar miembro del tricolor, y además será reconocida como líder joven por el Foro Económico Mundial, organismo financiado por empresas multimillonarias en el cual Televisa ha participado asiduamente en los últimos años y desde donde, por “coincidencia”, el gobernador del Estado de México, Enrique Peña, fue reconocido con igual premio en la última edición en Davos.

Eso se tiene que organizar para que Bonny deje de chillar por el mal rato que vivió al encontrarse de frente con una pequeña representación del sentir verdadero que ya va cundiendo en miles de personas en Yucatán; le tuvieron que acarrear masivos grupos de gente para contrarrestar un daño que ya estaba hecho y gracias al cual la sociedad ha descubierto su punto débil: la realidad de sí misma y de todo el tugurio que se esconde tras su terno y filigrana. Su “gallo” para la alcaldía (en este caso gallina) se ve opacado por la mediocridad de su patrona que en estos días anda vaciando las arcas públicas para comprar más espacios donde dar versiones risibles: que los que silbaron andaban beodos, que el Ayuntamiento panista compró medio recinto, que un chiflido es nada… en fin, de no haber sido algo no se censuraría la libertad de expresión, torturado a comerciantes, abusar de la autoridad.

Pues no basta con crear redes que “ya no le crean a algún periódico”, poner a alguna lideresa estudiantil a presentar quejas cuando la credibilidad de tal representante se pone en entredicho con el conflicto actual de los estudiantes, ni mantener la monótona parcialidad del Canal 13, de la televisora no oficial o del periódico Por Esto! que con callárselo no pueden decir otra cosa de una administración que nada trascendente ha hecho.

¿Acaso no se planea ya la inauguración de la Temporada de Béisbol? el miedo no anda en burro (en el caso de los asesores) y si bien es sólo un ejemplo día a día veremos la degeneración de esta gestión estatal que ha contaminado las entrañas del sistema político yucateco, atrayendo a gente sin principios de todos rincones o instituciones políticas para infectar y matar a través del delito más punible: la traición.

Se necesitan medidas drásticas, casi iguales a aquellas tomadas bajo la consigna de “Libertad, Igualdad y Fraternidad”: una guillotina simbólica colmada de hombres y mujeres libres para pensar, libres de influencias nefastas, libres de sindicatos corruptos, líderes populares y dirigentes estudiantiles vendidos, iguales en condiciones, en derechos y garantías, iguales como lo que fueran sin importar lo que fueran, y sobre todo en plena fraternidad, más allá del “yo” unilateral; Mérida y Yucatán, yo SÍ les quiero. N.R.A.A. Mérida, Yucatán a 4 de marzo de 2010.