24 nov 2010
10 nov 2010
Exterminio del PRI: necesidad apremiante para el futuro
En ocasiones no puedo evitar pensar que tienen razón quienes afirman que los políticos ajenos al PRI no hacen más que administrar el gobierno y no gobernar realmente; bien decía el desaparecido Víctor Cervera que el poder no se ostentaba sino se ejercía y eso es porque el sistema creado por el tricolor fue diseñado justo para sí mismo, no para otros, siendo parte del surrealismo mexicano y confirmando que como México no hay dos: el país de las “mordidas”, el tráfico de influencias, la oligarquía más que plutócrata aristócrata que controla al pueblo desgraciado que en ocasiones parece merecerse su destino.
No sé cuántas veces nos hemos preguntado sobre el tiempo que seguirá la sociedad mexicana con su constante paradoja social; creo que somos el país donde más refranes y proverbios se aplican, donde el ingenio popular forja a través de expresiones festivas como cartones, rimas y chistes un medio para canalizar la frustración que nos acarrea el ser mexicanos pero que por cuestiones estúpidamente pundonorosas no aceptamos para corregir, asumiendo en cambio actitudes de invisibilización o desinterés que nos desligan de la realidad para concentrarnos en lo que una oligarquía nos presente a conveniencia.
Podemos, en parte, achacarle a esa aristocracia la responsabilidad, pero no es tan sencillo; se debe entender el problema desde todos sus puntos y sólo así buscar soluciones antes de fincar responsabilidades. Eso no implica, por supuesto, que actuemos ignorando las faltas ajenas, pero debemos establecer prioridades, y para establecer prioridades debemos contar con un plan, al menos emergente, que nos lleve a actuar metódicamente y sortear los obstáculos que podamos encontrarnos; todo independientemente si se trata de drásticos movimientos como las revoluciones.
Aparentemente no suena difícil, mas cuando las condiciones del terrenos están diseñadas para frenar un avance cual campo minado ¿qué estrategia llevar? es arriesgado moverse, eso que ni que, no obstante en nuestra situación la localización de las minas están a la vista ¿favorece en algo? definitivamente, podríamos andar evitando los explosivos y de alguna manera llevar un paso pre-condicionado y constante, cualquiera que no lo lleve ¡boom!
Pero resulta que lo llevamos cuadrados y llegamos al final del campo minado, allá nos encontramos un río grande y sabemos que al salvarlo estaremos salvos del otro lado. Lo interesante del asunto es que el campo minado que estábamos sorteando era de nuestra propiedad, y no podíamos cultivar, construir ni expandirnos a libertad. A la par, nuestros vecinos sólo veían cómo vivíamos de tan patética forma, toda vez que teníamos conocimiento de los lugares exactos de los explosivos y otros datos suficientes para resolver el asunto, en fin, viva México…
(Hace unos años escribí un ensayo sobre las instituciones, apoyé la viabilidad de las mismas y establecí un credo; sencillamente no me percaté que sólo marqué un estilo para llevar rumbo por un terreno lleno de explosivos, diciendo en resumidas cuentas que “creo en las minas, conozco su explosividad y capacidad destructiva –funcionan- y por tanto me marco un paso óptimo”.)
En México, como establecí en la alegoría, conocemos bien dónde están las minas, no las vemos pues están dentro del campo, encarnadas en el país; pero alguien se tomó la molestia de marcar los senderos por los cuales se puede circular con seguridad: es ley que haya minas y haya brechas, es ley andar por éstas, las minas son las instituciones y nosotros nos movemos con precaución; como suele pasar con las minas, no todas estallan, y algún osado impertinente accede al sitio sólo para identificar el explosivo inoperante y en lugar de aprovechar ese sitio seguro, se sustituye la mina por otra funcional (otra institución); ¿qué hacer? por sentido común mantenernos al margen de las minas institucionales (optando por la corrupción, mordidas, recomendaciones y demás faltas) ¿por qué? porque sólo así funcionan las circunstancias, o al menos así desean que funcionen…
Alguien quiere que así funcionen, nosotros no queremos pero tememos movernos con tanta libertad hipotética ¿nos autodestruiremos? sería una posibilidad. Aunque todo nos sugiere dónde están las minas, en realidad no las vemos. Sin embargo, aquellos quienes se encargan de los explosivos los vemos ocasionalmente pasar sobre los sitios minados aparentes (pasan sobre las instituciones), pero como fuera de ellos nadie de nosotros ha intentado temerariamente verificar la viabilidad del lugar pues no podemos más que observar. Nótese la diferencia que cuando se hace es cuando se establece una mina útil, pero mientras tanto no.
Pero ¿quiénes son estos individuos encargados de las minas? para mantener tan llevadera su situación, son simplemente los mismos que mantienen ese campo minado, quienes determinaron este sistema, dónde poner una mina (funcional o no), dónde caminar, “identificar” los puntos débiles para reforzarlos (!!!) o bien caminar de forma egoísta sobre ellos mientras los demás se mueven al margen. Y resulta que estos individuos son ahora “designados” por nosotros para tal función, de tal manera que al percatarnos de esta problemática, resolvemos en sustituirlos por otros, mas éstos nóveles anti-minas no tienen más remedio que recurrir a sus antecesores para conocer la situación. Por conveniencia, esos antecesores no soltarán toda la información como parte de su táctica y a los nuevos no les queda más que someterse parcialmente a la disposición de los otros.
Es el Partido Revolucionario Institucional señores, la aparente idiosincrasia mexicana es nada más que un pensamiento retrógrado, condicionado, parcial que dicta una serie de actitudes y prácticas en todos los mexicanos. El México actual fue hecho para el PRI y no el PRI para el México. Han establecido un sistema que sólo ellos pueden controlar. En otras sociedades existen leyes generales, exactas y precisas, en cambio en nuestro país las leyes son extensas, desglosadas, acotadas, se promulgan, modifican, derogan; en otros grupos mientras más se abarque menos se aprieta, y si se intenta apretar es más lo que se irá de las manos que lo que permanezca, es cuestión de sentido común.
Directa o indirectamente por eso el capital está en manos de extranjeros, pues sólo así pudieran librarse parcialmente del sistema, con la protección de sus países; o bien los mexicanos que aún poseen no son precisamente mexicanos, ahí están los judíos, el grupo Saba por ejemplo, o mejor aún: Televisa, aquel emporio de las telecomunicaciones está movido por un poderoso grupo judío donde la familia Azcárraga ya no es lo que era; podemos mirar a sus presentadores, desde Zabludovsky, Kourchenko, Gurvitz o Micha, a sus actores y demás personajes de la farándula. A los pocos meses de casarse con Alejandra de la Cima, Emilio Azcárraga Jean se divorcia sólo para casarse en breve con una jovencita judía –Sharon Fastlich- con quien ya tiene dos hijos; lo curioso de esto es que para los judíos contemporáneos, dentro de la excesiva importancia que tiene la herencia biológica y cultural, el hecho de ser judío se transmite de madre a hijos, no del padre, de tal manera que los hijos e hijas Azcárraga-Fastlich son judíos, herederos del Grupo Televisa cuyo control ya estaba demasiado acotado por iguales.
Desde mi muy personal impresión y considerando la creencia cristiana que poseo, si de por sí el fanatismo religioso, la idolatría, el catolicismo material que ha pregonado Televisa en toda su existencia han dañado ese aspecto de nuestra sociedad mexicana y todo aquello que se vea influido por este componente sociológico, no puedo o no quiero imaginarme exactamente qué sucedería con un control total por parte de tal o cual sector ¿perpetuarían la idolatría tan marcada como ahora?
Y no es cuestión de intolerancia religiosa, racismo ni otro tipo de discriminación, sino qué tanto se prolongará el uso de los medios para favorecer al PRI, en especial cuando Televisa le está apostando todo al pelele de Peña Nieto. Porque hay que reconocer que si bien los judíos tienen muy marcado su paso material es también verdad que procuran no mezclar cuestiones culturales y religiosas con las económicas, dinero es dinero, cierto, aunque de acuerdo a su pensamiento, por ser el pueblo “elegido”, no tienen porqué interesarse en los demás. Sé que es un poco confuso y no sé si comprenda el punto, por un lado ese grupo de judíos han mantenido una influencia marcada en Televisa –arma política- entre cuyas estrategias pacíficamente represivas está el aspecto religioso (católico concretamente), de no ser por esta empresa y su fervor desbordado por la advocación mariana de Guadalupe, no estaría tan difundido este culto (ver la publicación “Televisa: del Tepeyac al Estadio Azteca”) con sus consecuencias sociales, por ejemplo al ser netamente mexicana la Guadalupana al estilo priísta, si una idolatría desbordada genera dinero y a los judíos no les interesa imponer su religión y sí les interesa continuar con la generación de billetes, al ser esa veneración y todo el fanatismo religioso productora de dinero ¿por qué cambiarlo? tómese como un ejemplo…
¿Pero qué tiene que ver directamente con el PRI esto? vamos por partes:
Cuando Madero fue asesinado y su asesino desterrado, Carranza asumió el poder pero en vez de refrendar las causas populares terminó favoreciendo a los ricos devolviéndoles lo perdido en la disputa; no satisfecho con ello ordenó perseguir y matar a los antiguos aliados de Madero, siendo su brazo ejecutor el nuevo ejército al que alguna vez se unieron jóvenes como Obregón, Calles y Cárdenas por razones que en su momento los motivaron.
Una vez muerto Carranza, los generales de aquel ejército ahora opresor asumieron el poder. El único logro de don Venustiano fue la Constitución de 1917 que ha sido violentada tantas veces.
Cuando llegó al poder, Plutarco Elías Calles fundó el lastre de nuestro país: el partido que nos gobernó por 70 años. Es de saber que Calles se caracterizaba por su afición al esoterismo y eran conocidas sus tertulias espiritistas con varios generales del ejército y uno que otro civil entre los que se contaban Miguel Alemán Valdez y algunos líderes gremiales.
Vista siempre como una subversión al Estado Revolucionario, la Iglesia fue severamente perseguida en la era Callista, esto fue la Guerra Cristera. En Yucatán, la Iglesia padeció una opresión en menor escala en manos de Salvador Alvarado; ¿quién contradecir las creencias metafísicas del Jefe Máximo?
A todo esto, Calles siempre se jactaba de tener ascendencia libanesa; cierto o no, simpatizaba en demasía con los inmigrante de Medio Oriente (un amigo suyo era el yucateco Neguib Simón); este grupo étnico nunca llevó ni ha llevado buen trato con la antigua hacienda europea y el favor de Carranza hacia ella generó conflictos. Era necesario ser incondicional de Calles para que éste lo fuera con ellos.
Así, ese conglomerado de fanáticos de las ciencias ocultas y los inmigrantes sirio-libaneses mantuvieron un control moderado del país. Se prolongaría durante el Maximato, entonces sí se fundaba el PRI, se oprimía al la auténtica Iglesia Católica y en su lugar se erigía una asociación religiosa mexicana controlada desde el centro del país por jerarcas apócrifos que siguieron sirviendo al régimen por muchos años a la par que la iglesia realmente popular se movía discreta y parcialmente cuadrada al Vaticano que más preocupación guardaba por la tensa Europa.
Cuando Cárdenas asume el poder llevó a cabo distintas políticas sociales aunque parciales. El tata Lázaro no tuvo tanta imagen en su propio grupo; con él se apertura el recibimiento de inmigrantes europeos, principalmente españoles que huían de la Guerra Civil, habiendo entre ellos judíos que escapaban de la intolerante falange. Cuando Ávila Camacho obtuvo la “grande” instó a Calles a regresar al país, cosa que hizo. Con la Segunda Guerra Mundial, se reciben a cientos de judíos que sortearon el exterminio nazi y poco a poco consolidan un poder político y económico considerable. Para el siguiente sexenio llega al poder el primer presidente civil posrevolucionario: el mencionado Alemán Valdez.
Con él, el inmoral “ejército revolucionario”, los fanáticos espiritistas y los inmigrantes semitas (sirio-libaneses y judíos) conforman la oligarquía que habiendo echado raíces en el poder, fundado el PRI, consagra a su primer monarca.
Desde el poder, fue artífice de una consolidación del horrendo sistema y la falsa imagen popular con la que engañaba a los mexicanos, una imagen basada en instituciones aparentemente sociales, tomadas de intelectuales como Vasconcelos o García Téllez pero estratégicamente elegidas para poder controlar a las masas, omitiendo tantas más con las que no se pudiera lucrar política ni económicamente.
El monumento a esa mentada de madre para con el pueblo es el emporio de comunicaciones Televisa, cuyos fundadores iniciales fueron Emilio Azcárraga Vidaurreta y precisamente Miguel Alemán Valdez. Hasta el día de hoy, tanto los Alemán como los Azcárraga son parte del Consejo de Administración de la televisora, mas ¿quiénes son los extraños acá? ¿quiénes son los ajenos a ese grupo discreto que sentó las bases de la decadencia mexicana? los Azcárraga. Poco a poco otros grupos fueron haciéndose de participación en la empresa y el día de hoy una sustancial parte la controla la familia Slim-Domit (libanesa); finalmente los Azcárraga han sucumbido al control judío por medio de la consanguineidad como ya hemos relatado. Otra accionista importante de la televisora es María Aramburuzabala, la mujer más rica de México y la cual aparentemente está desligada de toda esa conspiración; Estados Unidos está consciente de ello y durante el mandato de George W. Bush (conocido por su conservadurismo aparentemente cristiano), su embajador en México –Tony Garza- contrajo nupcias con Aramburuzabala ¿movimiento para infiltrarse en la empresa? ¿por qué ya con Barack Obama en la presidencia gringa se deshizo ese matrimonio? fantasioso o no, la Unión Americana siempre ha manejado con precaución todo asunto relacionado a Televisa, incluyendo el bloqueo para que adquiera la principal cadena de TV en español, Univisión.
Después de veinte años construyendo una farsa social, vinieron los conflicto sociales, las crisis económicas y una abrupta sucesión que descontinuó al PRI en el poder; eso interrumpió el finiquito de aquel “proyecto secreto” pero gracias a Televisa mejoró la supervivencia priísta tras el 2000, los derrotados huyeron y los últimos vencedores priístas retomaron la riendas de un partido que emergió desde sus más negras cenizas de porquería: Salinas de Gortari, Gamboa Patrón, Emilio Chuayfett, los políticos más criminales que han desfilado por las filas del partido, asesinos y ladrones, los que más descarados mostraron las farsas que fueron las instituciones revolucionarias y la Revolución misma que se esfumó con la muerte de Madero. Al mismo Fox se le advirtió de la necesidad de acabar con ese mito…
Sólo con esas fichitas se podría recuperar el poder. Todo se va orquestado para que el títere de esa oligarquía, del grupo PRI-Televisa, Enrique Peña Nieto, llegue al poder en 2012 y se consolide de una vez por todas el país de los Esclavos Unidos Mexicanos.
La obviedad se derrama por todos lados, el viejo estilo priísta resurge; con el descaro que se lleva en las campañas, desde ahora se nota la horrible delincuencia electorera. Conforme más cercano esté cualquier comicio a los del 2012 más sanguinarios serán. En los últimos quedaron “tablas” pero sabe el PRI que no puede darse el lujo del perder un sexenio más ya que las pocas instituciones creadas por el panismo comenzarían a tomar fuerza y podrían enfrascarse en una lucha que perjudicaría el regreso priísta, aunque no su final ya que las políticas panistas a la larga terminan absorbidas por el sistema tricolor.
El propio PAN se ha dado cuenta que no puede permitirle al PRI su regreso y ha recurrido a alianzas con la izquierda para tal propósito. Muchos tachan a esto como aberración pero yo considero que acabar con el PRI es un bien común para todos los mexicanos, muy sobre toda ideología. Tan sólo obsérvese cómo el Revolucionario Institucional, con la capacidad que tiene en estos momentos de llevar a cabo reformas emergentes, simplemente no las hace, no le importa el bienestar paliativo que puedan traer en estos tiempos difíciles, en lugar de ello espera usar los traspiés ajenos como arma política y de resultarle benéfico, entonces ya en el poder llevar a cabo esas reformas emergentes, aunque ya de nuevo con ellos al timón nos llevaría al inicio del fin y nos fosilizaríamos en la falacia mexicana.
¿Aún se duda? es verdad que el PRI fue sacado de los Pinos pero no del gobierno pues es parte del Sistema, gobierna la mayoría de los Estados, y todas las administraciones de otros partidos –incluida la federal- han tenido que recurrir a priístas para estar al frente de oficinas estratégicas pues es su sistema y sólo ellos saben manejar ciertos aspectos, de hecho algunos políticos que resultaron vencedores al ser postulados por partidos ajenos al PRI, principalmente de la izquierda, tuvieron sus orígenes en el tricolor, curtidos en el viejo sistema, ahí tenemos a Cárdenas, López Obrador, Gabino Cue ¿son mesías entonces? en lo absoluto, corresponde a nosotros no dejarnos llevar por su seducción.
Con todo esto no es descabellada la idea de que ningún partido gobierna y sólo administra lo que el PRI posee: el sistema, la estructura, el poder. Hay que destruir ese sistema, no cambiarlo, las reformas no son suficientes. Yo mismo me mostraba horrorizado por las amenazas de un “estallido social” pero creo que es la única salida para acabar con el México surrealista, con el México del PRI. La Revolución Mexicana se esfumó y el teatro posterior fue una farsa circense de los priístas.
Desde que aplastaron a Zapata, el sector popular y campesino no ha tenido voz, los obreros por su parte ha estado oprimidos por una mafia sindical que es un grueso del aparato tricolor, no hay que olvidar que los máximos dirigentes gremiales que fundaron el sindicalismo actual son parte de esa cofradía espiritista que rige al país, una mafia distribuida en súper federaciones como la CTM (fundada por otro esotérico empedernido: Fidel Velázquez); actualmente todo el sector popular, obrero y campesino se encuentra reprimido por las mismas mafias, comandadas por gente de los peores antecedentes políticos y familiares; si sólo en Yucatán observamos puerquesas en las agrupaciones magisteriales, de salud, de taxistas, entre otros y cuyos líderes descaradamente dirigen las instituciones estatales que a su vez son representadas por una mediocre snob que regodeándose en su “cuento de hadas”, viviendo una situación equiparable a la de López Portillo durante su sexenio, se concentra en prácticas dirigidas a la pura imagen; mejor no nos imaginamos en entidades más ricas y pobladas gobernadas también por el PRI o lo que ha sido y podría ser de nuevo un Ejecutivo Nacional del tricolor.
Se alegará que todos son iguales, todos son corruptos, pero es el Sistema que está diseñado para no funcionar, para movernos a margen de la Ley y caer en la corrupción, no porque seamos corruptos sino porque es casi nula la oportunidad de hacerlo distinto; muchos se enfocan en la cuestión educativa, pero va más allá, mira hacia cuestiones existenciales, debemos reiniciar todo el equipo, no hay de otra…
Pero el “estallido social” usado como amenaza por ciertos medios ladradores como el periódico yucateco Por Esto! no son viables, y eso es porque lo fincan en pseudolíderes, forjados en el PRI, diseñados para el Sistema y no contra el Sistema. El auténtico estallido social corresponde a la clase media, preparada, capaz de ser líderes al grueso popular. Para todos ellos están Televisa y todo el circo materialista para controlarlos y las instituciones en complicidad con los sindicatos (las minas) para reprimirlos, ¿qué nos queda? aún persisten esos pequeños grupos prerrevolucionarios que han sobrevivido y van ganando adeptos.
Queda el viejo ejército: cuando Madero encabezó la lucha por la democracia recibió apoyo de numerosos líderes provincianos con quienes acordó soluciones a problemas sociales. Sin embargo, una vez en el poder, aquél no aplicaba los acuerdos con la premura exigida y sus aliados comenzaron a protestar, aunque no por ello a sublevarse como tal; quedará la incógnita si Madero hubiese cumplido e incluso si no hubiera tenido la tentación de caer contra lo que luchó (la reelección). Lo mataron por un militar de la época de don Porfirio y con ello toda la milicia de similar condición fue relegada y diezmada en poder e influencia dentro de las riendas mexicanas, aquella milicia católica de increíble posición desde Las Tres Garantías que junto con la Iglesia sobrevivió a otras épocas convulsas pero relegada a papeles secundarios. El caso es que posterior a la Revolución, en su lugar emergió un grupo de militares que no eran justamente de carrera y que provenían de los antiguos ejércitos revolucionarios conformados por jóvenes simpatizantes a la causa (vayan a saber si eran auténticos compromisos o simple rebeldía ociosa). Los pocos oficiales del ejército que sobrevivieron a ese relevo se mantuvieron con un bajo perfil pero tratando de ganar adeptos desde el anonimato; la modestia los salvó de otro embate revolucionario. La iglesia, por el contrario, imposibilitada al anonimato, recibió otro oprobio por tantas décadas mientras en las jerarquías se pavoneaban pseudo-religiosos lacayos del PRI.
Las decimonónicas instituciones religiosa y militar tuvieron que recurrir al medidas diversas para sobrevivir y en alguna de ellas mantuvieron un pacto. No se separaron sino que siguieron perteneciendo oficialmente a las gigantescas instituciones posrevolucionarias: la Iglesia vendida al poder y el Ejército opresor.
Enfocándome en esa célula que sobrevive del ejército, no soy amigo de la ilegalidad pero hablando de aspectos legales ficticios como gran parte de nuestro sistema fincado por el PRI, no es del todo despreciable un auténtico Golpe de Estado. Destruir al PRI, acabar con él y todo aquello que represente al enquistado régimen que no ha sumido en la pobreza sino en la miseria económica y cultural al pueblo de México. Nuestro país es de los pocos en América Latina que no ha padecido golpes ni dictaduras militares, y eso es porque los altos mandos fueron relevados por príístas, militares, comprados con una exagerada cantidad de recursos, inmunidad e impunidad.
Todavía persiste una célula de antaño en la milicia, los generales de tantas estrellas ajenas al rango castrense. Discretamente iniciados en la capellanía del Campo Marte, son ajenos a los mandos que dirigen mayoritariamente las tropas que circulan en el país. Acusan una mayor disciplina y principios pero continúan segregados ya que con el obstinado uso de la milicia para ofensivas contra el narcotráfico y el crimen organizado, no hay lugar para una pausa y cambio de mando ¿por qué creen que ha arreciado la violencia? para mantener al Ejército ocupado y evitar reformas que pudieran amenazar al Sistema priísta.
Claro que hay una cortina de humo, se supone que la violencia es pareja, pero noten el diabólico estilo salinista, ese que mueve a Peña Nieto y Emilio Gamboa, el verdadero regente de Yucatán detrás de Ivonne Ortega; la conocida táctica de Salinas de matar a políticos tanto de su partido como de otros ha resurgido, mas los priístas suelen usar a sus caídos como mártires, por ejemplo el malogrado político de Tamaulipas asesinado (entre los tricolores simplemente le toca a los más pendej… como dicen en el ambiente político).
En cuanto a la Iglesia, continúa sirviendo a la población, es la iglesia que se une a las causas populares, que apoyó al EZLN pero la difamación y menosprecio de los medios controlados ha desestimado el movimiento y lo recluyeron a la zona. Está verdaderamente preocupada por el pueblo y ha sido censurada por mucho tiempo; ha logrado sobrevivir y mantiene regular presencia; todavía hay jerarcas emanados de ella que no escatiman en reprocharle a Calderón su papel de administrador y no de gobernador, esa iglesia popular, desestimada por el PRI e ignorada por el PAN.
Hablando de la iglesia “oficial”, los mismos obispos priístas tuvieron que cuadrarse con el nuevo partido que no dejó lugar a sospechas por la identificación que lleva el PAN con la religión, mas lo cierto es que hasta esos religiosos son parte del sistema conformado por el tricolor que debería destruirse. Líderes religiosos que mantienen sumisión a grupos poderoso dentro del país y fuera de él, por ejemplo al grupo conspirador tan mencionado y su nostálgico terruño en Oriente medio desde donde fue enviado el archimandrita Antonio Chedraoui como “sumo sacerdote” y guía espiritual de la oligarquía y cuya efigie es sumamente venerada por los priístas y los propios obispos “católicos”
En más de una ocasión ha sido denunciada esta situación, el complot libanés-PRI, la mafia constituida pero que sólo representa una célula de la élite intocable y delincuente que engloba a todos los que hemos mencionado en el escrito. En su tiempo, y ya consciente del problema, Juan Pablo II intentó contrarrestar esa influencia antioquena con religiosos maronitas identificados con Roma pero que no es mucho lo que han podido hacer y que pocos adeptos han conseguido en realidad, pero al menos la Iglesia Católica idólatra, rendida al poder de la oligarquía, poco a poco está siendo desenmascarada.
A pesar de todo, de las voces que descubren esta conspiración, como buen actor, el PRI enseguida los acusan de incurrir a la “guerra sucia”, término de moda entre dirigentes simbólicos y periodistas parciales pero que en más de una vez hemos comentado su origen y su verdadero significado en el contexto político (ver la “Verdadera Guerra sucia”).
Acusan también a los “blancos”, a los que viven cómodamente, entonces el tricolor saca el cobre, ahora se jacta de curtido y nixtamalero, de huaraches con tierra, de ser nacos, besucones de niños y abuelitas (¿¿¿o no???), de confidentes y caritativos… pero es falso, es parte de su estrategia; veo extraño que señalen la influencia “fufurufa”, eso sí es discriminación y la mayoría de los afiliados priístas que se mueven al son que les toquen por su falta de juicio lo esgrimen sin medida, aduciendo el oprobio de esa “casta divina”, explotadora y esclavista, que quiere vender al país, ¡por favor! la supervivencia de los hacendados favorecidos por Carranza -aquella “raza suprema” de ascendencia europea- es ridícula pues con las políticas paternalistas del PRI el campo se vino para abajo, no sólo a campesinos involucrados con la Reforma Agraria y la institución de los ejidos sino también a los antiguos hacendados que fincaban su riqueza precisamente en la producción agropecuaria.
Son mitos y mentiras forjadas por el Sistema, engaños sucios destinados a contrastar la potencial soltura que guardan ciertos grupos que son una amenaza para el PRI. Lo digo, lo repito y vuelvo a repetir: el Partido Revolucionario Institucional debe ser exterminado, aniquilado, él todas las instituciones que emanaron de sí; nunca se le podrá acabar con un sistema diseñado por ellos y para ellos, ni por la vía democrática, ni con el presidencialismo, ni con nada; vaya, es necesario acabar hasta con todo aquello que aunque nació como contrario siempre está basado en la función del sistema príista, como muchas porciones de otros partidos ajenos, incluidos el PRD y el PAN.
Sedición o no, aquí estoy y ahí están los demás, sólo falta unirnos y luchar, las puras palabras se las lleva el viento. Una revolución no tiene que ser violenta, pero si este aparato fue construido por la fuerza entonces sólo por la fuerza podrá salir, y con fuerza de por medio seguramente se derramará sangre. N.R.A.A. Mérida, Yucatán a 10 de noviembre de 2010.
11 ago 2010
¿Y el estallido social y sus líderes?
Bien dicen que México necesita héroes y siempre me he preguntado para qué ¿fungirían de émulos, referencias socio-culturales? en alguien carente de espíritu quizá sí, pero de manera masiva sería un error, un error pensarlo, intentarlo, hacerlo. Es fácil tratar con una persona pensante, pero en masa la gente ya no piensa, actúa “civilizadamente” como autoprotección y no por verdadera convicción, es decir un “encajamiento simbiótico”, de ahí las leyes. Lamentablemente durante gran parte del siglo pasado vivimos con el bombardeo de imágenes falsificadas que pretendían imponernos a héroes que nos alejaran de la realidad, no sólo suya sino nuestra.
Francamente México no necesita más héroes para traer felicidad a su jodida existencia, México está lleno de héroes, cierto, pero como buenos hombres y mujeres ésos no trascienden la mayoría de las veces del anonimato, tal como debe ser. Lo que México necesita son líderes, no líderes políticos, ni líderes puramente ideológicos sino líderes sociales. El líder político muchas veces es elegido y otras impuesto, mientras que el líder de ideas se sabe colocar con su voz y preparación, presentando conceptos ya trabajados (y por tanto parciales) que le ahorran al vulgo la necesidad de pensar; ambos sobresalen desde sí mismos y generalmente en beneficio de sí mismos.
El líder social debe caracterizarse por ser parte de las masas y establecer sus terrenos en lo más bajo, en el servicio hacia los demás, despojándose del provecho propio, llevando el mote sin intención de ser líder sino obtenido en su búsqueda del bien común aún a costa de su persona. Allí surge una disyuntiva ya que anodinos demagogos gustan de bajarse del caballo para favorecer el contacto físico con las personas, “escucharlas”, llorar con ellas, comer o portar lo que les ofrezcan, conductas que en general los hacen populares pero no representan más que un soberano monumento a la hipocresía, fungiendo técnicamente como un “héroe” que como tal gozaría de mayor tolerancia o impunidad para sus conductas ilegales que con las condiciones mencionadas anteriormente alcanzan a ser socialmente aceptadas.
Al héroe evidente se le mira desde abajo o desde lejos, por ello el embeleso de las masas por sentirle, tocarle, besarle y demás cuando físicamente le tengan al alcance. A ellos y a los líderes políticos o ideológicos los demandan como padrinos, invitados a eventos académicos, colaboradores de columnas, recibe galardones sacados de la manga o en el mejor de los casos las llaves de localidades, todo en pos de un status…
Ciertamente de héroe o líder ninguno cumple su función pero el atractivo que generan es óptimo para el desarrollo de ambientes socio-económicos, tierra fértil para algunas mañas: sedición, corrupción, o la más conocida que es la desatención a circunstancias aciagas que generen dolosamente condicionamientos o total ignorancia respecto a dichas situaciones. Funciona de manera similar como el caso de los preescolares que realizan una tarea sin enfocarse directamente a la naturaleza de la misma y actuando condicionalmente, de manera positiva con promesas, obsequios, premios, o negativa con regaños, palizas, sustos; en el caso de una total desatención es como aquella demanda del infante eliminada por olvido al presentarle otro atractivo, dependiendo de la intensidad del mismo su eficiencia.
Hasta este punto más de un lector o una lectora habrán identificado alguna analogía, sin embargo comprendemos que quien está detrás del chocolate o del cinturón es en la mayoría de los casos una madre o un padre por sentido común actuando en beneficio de su cría, siendo ganancia el provecho propio y desestimado el sacrificio personal.
La palabra líder viene del inglés “lead” que significa guiar y se entiende como algo o alguien que previamente sensibilizado, lleva o conduce a otro u otros hacia un objetivo. Moralmente se exigiría que el líder ya haya experimentado el proceso y por ello muchas personas sin tal antecedente en diversas ocasiones son menospreciadas, el personaje bíblico Moisés es un ejemplo ¿cuál es entonces la manera ideal para llevar a un llevar a los grupos independientemente de la experiencia del guía? Consideremos tres maneras de acarrear algo: halando, empujando y acompañando; si el líder guía hacia la misma meta a los demás empujando y los demás caen al barranco entonces nadie quedará para culpar al guía, si el guía hala y se cae al barranco entonces estaba equivocado pero los guiados a salvo y con tiempo para recular, y finalmente al ir todos juntos la importancia es pareja y la experiencia no es cuestión de vida o muerte sino la actitud madura para ir.
La experiencia no recae únicamente en la vivencia directa pero es verdad que en su estado neto requiere moldes basados en otros valores tales como la prudencia, de repente a un trastornado burgués se le ocurre una doctrina proletaria cuyo base es la simple observación y por algún tiempo queda latente hasta el arribo de alguien todavía más trastornado que intenta aplicarla. Tenemos ahí un ejemplo claro del líder ideológico que otorga un concepto masticado a un líder político: surgen el socialismo y el comunismo que en su nata imperfección terminan por colapsar las sociedades en donde se impusieron, sobreviviendo sólo con adecuaciones en algunos Estados, observando en esos casos una conveniencia pura que ni siquiera es del pueblo.
Los falsos líderes o héroes pueden guiar de cierta forma, nunca empujando porque su misma distancia se los impide pero sí halando de lejos (además el trecho disuade a la mayoría); por el contrario, el líder auténtico finca su mérito en ir, sólo en ir, ir a la par, llevando desde abajo a la sociedad, no detrás de ellos sino yendo con ellos, siempre al alcance y tangible, constituyendo uno más sin enajenarse, llevando hasta a los que no quieren por inercia y asumiendo todos juntos lo que venga, bueno o malo, trabajando en conjunto para obtener lo que se desee.
¿Cuántos guías nacionales han sido líderes verdaderos? Vivimos una situación tan corrompida y corrupta que es temerario considerar el pasado de manera tan simple. Claro que de la Historia tomamos lecciones importantes pero en nuestra tendencia pretensiosa actual preferimos dilucidar el verdadero rostro de un patricio que analizar a fondo su pensamiento, preferimos el exterior de una cabeza que el interior. A unos cuantos no les conviene que la gente conozca y parte de la aberrante estrategia para conseguirlo consiste en fabricar nuevos “héroes” pero manteniendo vigentes los vetustos en circunstancias frenológicas ¿útiles acaso? no, pero no reprobable en la sociedad y conservando los nombres de calles y colonias permaneciendo en la dizque memoria colectiva.
A pesar de lo innecesarios que son las figuras heroicas para nuestros problemas la tendencia de buscarlos y portarlos persiste, por ejemplo es absurdo fincar en futbolistas un sentimiento nacional verdaderamente importante. Por supuesto que todos querrían ver ganar la copa mundial a la selección mexicana pero al menos para mí no es más importante que fincar en mis propiedades del Monopoly®, a diferencia que esto último sé que es resultado de una participación directa de mi persona que a la larga puede generarme quizá mayor satisfacción.
Después de que el equipo mexicano fue eliminado en la pasada contienda todos volcaron su atención a la situación política nacional; para muchos no fue conveniente ya que delicados asuntos fueron considerados a fin de cuentas por el vulgo debido a su proyección en los medios durante espacios otrora otorgados a la malograda Selección.
Uno de los temas fue la extrema violencia que se vive en determinadas zonas del país con consecuencias sangrientas que tuvieron su acmé en la ejecución del candidato priísta al gobierno de Tamaulipas (mucho antes que la matanza de jóvenes en Torreón). Enseguida todos señalaron como responsable al presidente Calderón y su lucha anti-narco que tildaron de encaprichada además de ineficaz y que estaría siendo parcial.
Es fácil echarle la culpa a alguien y de paso aprovechar para imputarle más errores y recordarle otros desatinos previos pero ¿será que si no estuvieran para ello en tiempos electorales igual le habría llovido al Presidente? por conveniencia de los medios creo que no, y no lo digo porque no se goce en el país de migajas de libertad para expresarse sino por costumbre arrastrada de otros tiempos, tiempos del PRI.
A nadie le sorprende que los medios sean parciales, lo patético es que el grueso de la gente se deje llevar por una versión particular sin siquiera informarse como debe ser. Si después de ello aún persiste su opinión al menos estará más fundamentada. En este punto siempre tienen éxito los líderes ideológicos cuya tendencia es el lucro en el peor de los casos con material sobre “superación” personal o grupal; en una aparente conclusión se llega a la idea de que en nosotros está la respuesta a los problemas del país, que mientras no cambiemos no habrá un cambio a fondo, que no sólo es criticar o exigir sino contribuir al mejoramiento de la nación, siendo solidarios y buenos ciudadanos, procurar votar, no ser corruptos, etcétera, etcétera, mi duda es sobre el lugar desde donde nos hablan esos líderes; en realidad son comerciantes de porquerías venden pero no prueban.
Sucede que casi nadie va más allá de lo que diga Joaquín o Javier; la ofuscada clase media piensa que sí lo hace con recurrir a otros medios como canales de paga o rotativos de opinión que al final son filiales de uno u otro emporio de las comunicaciones. Los pocos que tratan de averiguar más allá, de cultivarse un tantico, acaban informándose en fuentes que supieron de su existencia por hallar referencias en los mismos medios de los que huyeron, no por nada Gaby Vargas o Cuauhtémoc Sánchez son tan leídos.
México no es un país de lectores –dicen- ¡falso! México sí lee, millones de pesos erogamos en revistas de la farándula, de deportes, de sexo, policiales; lo que México no hace es pensar, nos venden las ideas pre-fabricadas; quizá no sea malo ofrecer ilusiones hacia realidades, lo negativo es convertir las realidades en ilusiones, ésta última aplicada en la máxima del “Tigre” Azcárraga: es obligación sacar a México de su triste realidad ¿con qué? con la fábrica de sueños (cuando leas dilo con un toque meloso) con la fábrica de ilusiones.
Parecería que nos vale, podemos estar conscientes y es muy nuestra decisión. No hay duda de que en nosotros verdaderamente está el cambio, que es de todos la responsabilidad, pero en realidad esa actitud nos lleva a dejar que la estrategia fallida del Ejército mexicano en su lucha contra el narco siga vigente a pesar de que autoridades del más alto nivel la ha reconocido ineficaz, de que Ivonne Ortega siga despilfarrando el exiguo presupuesto de Yucatán para sus caprichos, a que López Obrador siga manifestándose como el mesías de todos los mexicanos ¿porqué? porque no pensamos, es mentira que consintamos en que todo es igual, de que todos son iguales y que en nosotros está el cambio, son puras ideas vendida, masticadas, alteradas por los medios y algunas instituciones. Claramente una etapa que el psicólogo James Prochaska catalogaría como “contemplación”. Repito: la falsedad no es en sí la forma de la idea ni la seguridad con que asevere, lo trillado es hacernos creer responsables, siéndolo pero sin asumirlo, disminuyendo la autoestima, el pundonor nacional y haciéndonos vulnerables, necesitados de líderes que habrán de ser falsos para conveniencia de a oligarquía: cantantes, deportistas, escritores, empresario y por supuesto políticos.
Algunos voces han sostenido que la única forma de superar la etapa es por medio de un estallido social, amenaza mediática desde el segundo año de gobierno de Vicente Fox, pero sólo es parte de la mercadotecnia de pseudolíderes populistas y ciertos rotativos que no gozan de la tranquilidad comprada de los regímenes de antaño y que ladran y ladran. Tan es así que han pasado ocho años y siguen con la misma amenaza, y ni los campesinos, indígenas o gente en la miseria han levantado un solo dedo ¿por qué? porque no son en lo más mínimo auténticos líderes sociales, vaya, ni siquiera políticos trastornados que hayan tomado ideas radicales de filósofos intransigentes. A nadie en juego le conviene el estallido social.
Soy amigo del diálogo, con la mayor fundamentación posible de los argumentos, donde la democracia no sea lo único ¿dónde quedan las minorías? Lamentablemente nuestro sistema no cuenta con todo lo necesario para funcionar y de lo poco que posee la mayoría es falsa. No hablo sólo nuestro país, el sistema global es imperfecto, ya no es capitalista ni socialista, creo que nunca lo ha sido, nuestro sistema es “egoísta” hasta dentro de nuestras bases sociales. Cuando se dio aquel ataque contra la Embajada de México en Chile por un grupo anarquista me di a la tarea de investigar sobre él; al principio me sentí ofendido por la acción contra mi país, contra la integridad de las personas que va más allá de cualquier disposición de carácter legal, sin embargo al analizar las consignas de aquel grupo pude constatar que si bien su proceder era sesgado en la forma, el fondo de las ideas era justo: sencillamente bajar el switch de la sociedad, no un “stand by” sino un reinicio completo, desde cero, con un funcionamiento nuevo y creado por y para nosotros, no uno antiguo ni ambiguo, adecuado por unos pocos para unos pocos pero aplicable a los demás, anacrónicos, parciales; hay que borrar políticas, doctrinas, regímenes, sistemas económicos, eliminar las clases sociales y fundamentar la nueva sociedad en principios adecuados; si bien nos pesa nuestro egoísmo, en el fondo no somos egoístas, sólo que así sobrellevamos nuestra existencia en un sistema de la misma condición, pero en momentos drásticos, donde las leyes, las creencias y preferencias valen nada, el egoísmo se esfuma, se van con ello que es lo que lo trae, y somos solidarios. Un revolución social es un momento drástico, pero hay que pensarlo bien, no caer en lo extremo de recurrir al instinto atávico de supervivencia que se asemeje al egoísmo aunque no lo sea, hay que pensarlo bien, y para hacer bien debemos ejercitar día a día nuestra mente: hay que pensar, no dejar que otros piensen por nosotros o que nos hagan creer que pensamos. N.R.A.A. Mérida, Yucatán a 11 de agosto de 2010.
26 may 2010
Suciedad y zoociedad
A diez días del proceso electoral en el Estado, muchos quisieran dejar atrás las circunstancias de las elecciones, principalmente el PRI como ha sido su estilo por los últimos 80 años. Ellos mismos pregonan el reconocimiento de las cifras mientras su apabullante avalancha mediática busca desviar la atención a eventos realmente fútiles, exhortando a dejar todo atrás, a no guardar rencores, a participar en conjunto para el avance, etcétera.
Dijeron que se trataba de una “bola cantada” el triunfo tricolor en la capital yucateca, sin embargo los resultados, lejos de la diferencia abismal de más de 14 puntos que daban distintas encuestas, marcaron apenas de tres a cuatro puntos porcentuales de diferencia. En definitiva, aunque triunfo, el triunfo priísta no supo tan bien como quisieron, satisfizo pero no llenó, no hubo celebraciones fastuosas con las porras y batucadas que tanto jorobaron las últimas semanas, quizá porque sus 200 a 500 pesos que recibían no incluyeron la fiesta del triunfo.
¿A qué se debió esa diferencia? algunos analistas señalan el temor preponderante en la población; en una administración manipuladora y represiva como la de Ivonne Ortega, decirse afín al blaquiazul es echarse la soga al cuello; vivimos en una sociedad que pretende mostrarse como tranquila y pacífica, Mérida goza de una alta calidad de vida y muchos no transigen con esa actitud ofensiva del gobierno (yo mismo no escatimo en decir lo que tenga que decir a través de estas letras con relativa tranquilidad), sin embargo para la clase popular, la marginada, el hecho de protestar no tiene lugar. En estos tres años ha sido constante la ocupación de la esquina de la Plaza Grande frente al Palacio por huelgas de hambre, denuncias de injusticia, abusos de autoridad, discriminación e inequidad de género, fraudes, despojos y demandas de incumplimiento por parte del Gobierno Estatal, y eso tan sólo era la punta del iceberg de una serie de faltas que simplemente no suenan por la resignación de la gente afectada que plenamente conoce el curtimiento de la Sra. Ortega y sus secuaces al más impune estilo priísta de la “Guerra sucia”. Bueno, retomando a aquellos que sí escatiman en protestar, tienen el soporte de una carrera, de un grupo afín o de los medios de comunicación que evitan la respuesta destructora del palacio, pero ¡ay de aquellos desgraciados del anonimato que se atrevan a cuestionar! del campesino con su milpa derruida, del desempleado mandado golpear, del estudiante detenido y tratado deshonestamente por agentes de la Secretaría de Seguridad Pública. Cualquier persona verdaderamente interesada en los problemas estaría al tanto de eso. Mas por ello desean acortarnos el criterio, dejarnos manipular por uno o dos medios ¿a dónde corrió Ortega pasadas las elecciones? ahí la vimos en la emisión de conocido programa matinal de Televisa planeando la boda de una mujer de la farándula que habrá de costear con dinero público, fondos que lamentablemente ya están justificados con otras acciones maquilladas como la compra de Chichén o de los terrenos de Ucú, y que a pesar de haberlos usado en la campaña pasada en cantidades que superaron 5 veces las del PAN, aparentemente todavía quedan; ahí en Televisa donde defendió el triunfo priísta en el noticiero nocturno. O si no su otro medio, el conocido tabloide sensacionalista que siempre había defendido a los perredistas ante cualquier otro partido pero que en Yucatán se desvive por la imagen de la gobernadora ¿dónde quedaron las cochinadas que denunció Jesús Ortega? ¿no que muy perredista? ah, pero para eso no hay dignidad ni soberanía…
Con toda esa maquinaria es natural un temor en la población de decirse contraria a la gestión de Ortega. Cuando fui a votar conté once personas de la “ola roja” apostadas frente a la casilla y cinco más adentro, para muchos era intimidante y como sostuvo un comentarista: el voto fue más secreto que nunca. Felizmente el PRI no ganó ni en mi casilla ni en mi distrito, no ganó en la colonia de Araujo donde se organizaban numerosas juntas vecinales (y en las cuales descubrieron a un funcionario del IPEPAC) ni en el terruño de Ivonne. A diferencia de las dolorosas derrotas federales del año pasado, la pérdida de la llamada “joya de la corona” no resultó tan amarga pues demostró la fidelidad meridana hacia el PAN y cómo la manipulación puede llevar a los indecisos a votar por el “más popular” y a los reprimidos a votar por el represor, amén de los políticos sin principios que demostraron su falta de valores al renunciar a su partido con tal de recibir un hueso con el PRI. En definitiva se tiene la oportunidad para que aquellas generaciones con menos de 27 años de las se supone tomó el PRI su triunfo conozcan de una vez por todas la realidad de ese partido, sobre todo en manos de tales delincuentes, y enterrarlo de una vez en nuestra capital. No obstante que una derrota no se debe basar en los errores del perdedor sino en las propuestas sensatas del vencedor.
¿Qué esperamos en estos dos años y pico que le restan a Ivonne antes de correr con Peña Nieto cuando se ése se destape? ¿qué le espera a la Araujo? la Sra. Ortega sigue apareciendo en Televisa o en sus filiales como Grupo Fórmula, mientras sus vasallos sostienen ofuscados que está “promoviendo al Estado” (por cierto ¿ya habrá terminado su hotel Ricardo Dájer ante el inminente éxito de la promoción?), en medio de denuncias cada vez mayores, siendo las últimas de los nacionales Roberto Zamarripa y Raymundo Rivapalacio. Respecto a Angélica, se divisa una administración corporativista -plenamente fascista-. Siempre me han tachado de idealista y en más de una ocasión me han dado sendas bienvenidas a la realidad, pero dentro de mi mismo idealismo yo ya puedo afirmar que vamos para mal, así de simple y llano.
Tal como a mí, a todos quienes protestemos nos llamarán artífices de la “guerra sucia”, por eso los priístas auguraron que aquella seguiría ya que era evidente que continuarán con sus arteras violaciones a la legalidad, adelantándose y condicionando a la gente con el mal empleado término para generar prejuicios. Seguirán justificando sus errores con los cometidos en el pasado por otras administraciones, comparándose con el gobierno federal y demás vociferaciones patéticas.
-Pero al final ganamos- me dijeron unos amigos del Revolucionario Institucional –los “panuchos” sólo están ardidos pero ya se les pasará. Ahora verán cómo se gobierna, que no es lo mismo que hacer obras.
Bueno –me dije-, de las repetitivas líneas de acción contenidas en la propuesta electorera de la virtual alcaldesa, casi todas convergen en la obra pública. Respecto a la vivienda es (mal) pensado que ya estaban cocinadas desde el paso su por la COVITEY. Para sus acciones sociales pretende, como su madrina, dar limosna ante su imposibilidad de resolver a fondo los problemas. De antaño recuerdo al tren que se detenía detrás de la T1, de él bajaban todas las personas del interior del Estado que venían a trabajar a Mérida, reflejo de la insensibilidad e incapacidad de las autoridades de los restantes 105 municipios (gobernados por el PRI en aquel entonces) para resolver los problemas de pobreza y desempleo; es así como una buena intención para “integrar a la Mérida del norte con la del sur” no es más que eso, no son cuestiones geográficas ni exclusivas de la capital, incluso si hubieran llevado a cabo el plan “Metropolisur” no se habrían resuelto esas diferencias. Ya veo a la próxima administración presuntuosa de un posible y simple crecimiento en vez de un auténtico pero improbable desarrollo.
Que no diga que lo hará con los 35,000 nuevos empleos que prometió; vean por qué es necesario no desentenderse de la situación: a pesar de la llamativa macro empresa (que en nuestro Estado no ha existido en esta gestión), la economía mexicana y yucateca está sostenida por la microempresa, la cual es aquella con una planta no mayor a 20 empleados; si omitimos los primeros cuatro meses que serán perdidos como suele ocurrir en los cambios de partido, le queda a la siguiente administración dos años; si de esos años ó 730 días restamos los 105 domingos nos quedan 625 días hábiles (e incluso las oficinas de trámites burocráticos para la apertura de negocios no trabajan los sábados ni días festivos pero vamos a ser benévolos); si dividimos esos 35,000 empleos entre los 625 días estamos hablando de la creación de 56 nuevos empleos diarios, es decir casi tres microempresas por día, y eso si es que tienen el capital suficiente para comenzar con sus 20 vacantes llenas.
Con dicha utopía seguramente usarán la ocupación de puestos laborales que ya existían, es decir que no se crearon, que no eran nuevos, para justificar un porcentaje; inflarán las plazas burocráticas además de las acostumbradas “recomendaciones” (no se espanten si ven a 20 empleados dentro de un módulo USE y a 15 usuarios en la fila) y permitirán el regreso de los ambulantes al Centro para contar esa ocupación informal como puesto de trabajo, con algún nombre rebuscado como “autoempleo solidario” u otro término mafufo que complementarán con algún programa populista para que “cuente” con nuevo empleo.
Tal vez nos estemos adelantando y que luego nos echen la culpa de salar; es mejor remitirnos a los últimos sucesos en la Delegación del Seguro Social ya dos veces tomada por presuntos albazos. La gestión ivonnista pretende a un nuevo delegado afín a su partido; se adelantó al supuesto nombramiento de un individuo ajeno al PRI y ahora, tras el encontronazo con el director general, a uno ajeno a Yucatán que se supone se mantendría más al margen de las cuestiones locales. El primer asalto con empleados y ahora con obreros de la CROC ¿por qué tanto interés? es simple: independientemente de las cifras de otras instituciones, los números crudos en cuanto a los empleos siempre los ha dado el Seguro Social ya que se toma su índice de afiliación como parámetro obligado, a diferencia del índice de ocupación y desempleo del INEGI que no le otorga importancia a las características del mismo; como la pretensión del próximo ayuntamiento meridano es crear 35,000 nuevas plazas, mi “profetizado” programa solidario no valdría para maquillar cifras y la inflada nómina burocrática, al otorgar el IMSS las prestaciones médicas al ISSTEY, también se vendría para abajo. Que no salga luego el Pedro Oxté que la toma de instalaciones se hace para el “bien de los trabajadores”, bah. Como diría Martí: si no puede que renuncie, aunque aquí ni han asumido y ya las ven negras, entonces si no podían ¿para qué rayos se postulan?
Al menos este pesimismo no se contrapone a mi idealismo, creo firmemente que algún día el pueblo estará más interesado en participar por el bien común tal como debe hacerse y no sólo “tener el valor cívico de votar en tiempos electorales”.
¿A quién no le gustaría ver 35,000 nuevos empleos y hasta más? tantos que habría que traer a gente de otros municipios y Estados para cubrir tales plazas, ya no en el tren que paraba en los terrenos del Fénix sino en un flamante tren bala. N.R.A.A. Mérida, Yucatán a 26 de mayo de 2010.
10 may 2010
La actual guerra sucia en Yucatán
Los últimos días ha sonado mucho el término de “guerra sucia” en el ambiente político; señalan los aludidos a Acción Nacional como artífice de tal estrategia, sin embargo el concepto dista mucho de lo que ha sido en verdad esa “guerra” en nuestro país y en todo caso sería oportuno verificar los procederes de aquel partido para buscar similitudes que sugieran tal aseveración.
La llamada “Guerra sucia” es la ofensiva nacida del priísmo a finales de los años 60 con el evento en Tlatelolco; a partir de entonces la represión del sistema buscó acallar las demandas estudiantiles, sindicales, intelectuales e incluso de protestas dentro del mismo partido oficial. De las acciones masivas, la censura generalizada y política del miedo que culminó en los ochenta, silenciándose y mandándose al olvido hasta que Vicente Fox creó una fiscalía para su investigación que apenas pudo destapar la punta del iceberg. Posteriormente, apenas en la década anterior, se pasó a métodos más acuciosos y concretos, ensañándose con los políticos contrincantes, asesinados o desaparecidos forzadamente.
Era tan obvia la red de mentiras que al mismo pueblo ya no se le tomó el pelo; el desaparecido noticiero “24 horas” presentaba gente desconocida autonombrándose cercanos colaboradores a la oposición (medios hermanos, tíos, amantes) para establecer una sarta de falsedades; los periódicos nacionales mostraban publicidad funesta supuestamente pagada por el PAN o PRD para atemorizar a la población sobre medidas drásticas que tomarían en caso de resultar vencedores. La propaganda oficial inundaba el país con los consecuentes derroches de presupuesto. Las universidades y demás foros cerraban sus puertas a los contrincantes, incluso cuando eran egresados de las mismas. La maquinaria fascista del PRI se aseguraba del voto de los trabajadores sindicalizados, los campesinos y burócratas, tanto así para condicionar psicológicamente a la población de triunfos indiscutibles en los que hasta se comprobó que los muertos votaban; así justificaba su “promoción de paz y tranquilidad” que sólo ellos podían manejar.
En Yucatán se vivía una dictadura a cargo de Víctor Cervera Pacheco, quien inició su cacicazgo beneficiándose de la misma estrategia sucia al llevar a Graciliano Alpuche a dimitir y ascender él como interino; estuvo también a cargo de la Secretaría de la Reforma Agraria donde realizó oscuras operaciones con inimaginables extensiones de tierra que pese a las demandas nunca se pudieron investigar por el bloqueo legislativo impuesto por la mayoría del PRI. Después, repitió su sucia ofensiva contra Manzanilla Schaffer quien también renunció y posteriormente culminó un sexenio completo como gobernador “constitucionalmente electo”. Además, en este período no se cansó de difamar a sus contrincantes políticos, fomentando la xenofobia y homofobia en su partido y en un buen sector de la sociedad que se dejó llevar por el cuento de “la paz que en Yucatán todos queremos”. Sin desligarse de su cuna como líder estudiantil, proporcionaba sendas sumas a la desaparecida Federación Estudiantil Yucateca, plagada de porros y que orquestaba denigrantes bacanales en generaciones de alumnos, muchos de los cuales culminaron en la mediocridad.
Desde que ascendió a la gubernatura su sobrina, la Sra. Ortega, su gestión no ha sido menos azarosa aunque de menores consecuencias dada la mayor vigilancia que se guarda en determinados sectores de la sociedad. Al iniciar su gestión fue clara: la línea de referencia sería la de su tío ¡terrible noticia!
Carente de obras y endeudando al pueblo de Yucatán, no se ha cansado de afirmar que “gobernar no es sólo hacer obras” pues su gobierno es “cercano a la gente”, lo que –según ella- establece la diferencia con “administrar el poder”. Este discurso ha sido aprendido por su séquito al grado ser su bandera de campaña en la actualidad. Sin poder fundamentar sus “máximas” acaban criticando al partido opositor, mostrándose como menos negativo. Este fin de semana estuve debatiendo sobre ello y todos se desviaban a criticar los problemas internos de PAN cuando eso compete sólo a sus afiliados.
Fíjense ustedes: la gestión ivonnista ha comprado tranquilidad con la empresa Televisa, aquella que difamaba a la oposición en la década pasada; le aseguró dinero para su CRIT, locaciones para sus producciones, exclusivas de conciertos y concursos, obsequios a sus directivos y empleados, e incluso ha sobregirado a la Secretaría Estatal de Turismo al cubrir los gastos de “Espacio”. Naturalmente la empresa se mantiene al margen de las revueltas políticas, y teniendo mucha gente la mala costumbre de vivir “un mundo de caramelo” con la caja idiota, al azuzar el enjambre político otro medio es natural del populacho dejarse llevar por la falsa tranquilidad impuesta por Ortega quien a través de sus allegados sostiene: tiene que ser guerra sucia, es guerra sucia (y luego andan creando redes sociales que “ya no le creen nada a ese medio” -pues no hay pero ciego…-).
Un medio local, especializado en proyectar la imagen de su director quien presume de haber padecido la guerra sucia, guarda un amargo rencor contra el PAN y también fue “comprado” por el gobierno. Se desvive enseñando cómo la gobernadora está cercana a la gente y cómo reparte zapatos (de mala calidad) y cobertores (hasta a gente muerta como en el pasado); con la carencia de obras o cosas positivas sobre sus mecenas, empaña sus páginas con descalificativos a los panistas, buscándole apodos o haciendo denuncias falsas que nunca llega a fundamentar. A cambio, su viejo director, nunca reconocido y tachado de polígamo y terrorista, recibía por fin premios “fumados” que presto difunde en su rotativo. Con la cerrazón a propaganda panista y artículos objetivos, ha decrecido la calidad de su contenido. En el lío ventilado de las tierras de Ucú, fue el único medio del país que desestimó el hecho y presentó notas sin autor y hasta un testigo “fidedigno” para desmentir el hecho, justo como en “24 horas” durante la guerra sucia; esas apelaciones no han tenido eco ni en Proceso, La Jornada u otros medios ajenos al PAN y verdaderamente dignos que en su momento publicaron la denuncia. Con el bloqueo priísta en el Congreso local para revisar las criminales cuentas de la administración estatal, el encargado de ventilar el problema fue el senador Hugo Laviada a quien Ortega trató de silenciar con sus contactos en el Senado, algo que aún no ha ocurrido por la evidente represión que significa eso o como diría Ivonne: sólo su fuero me detiene.
Sólo compare las medidas de la guerra sucia original con esta, cualquiera semejanza ¿será pura coincidencia?
Tratando de comprar más medios, el PRI ha acaparado espacios en TV Azteca y otras fórmulas de comunicación; ha destituido a periodistas y conseguido que echen a colaboradores radiofónicos de ciertas estaciones como Gina Villagómez.
Amenaza a empresarios para cuadrarse, establece espías políticos, amedrenta a gente por cualquier pretexto como los jóvenes de las playeras. Y hablando de jóvenes ¿quiénes son sus principales colaboradores? aquellos ex líderes estudiantiles beneficiados de los excesos concesionados por “Balo”: Nerio Torres, Mauricio Sahúi, Friedman Peniche, quienes ha convocado a su “generación perdida” para tantas triquiñuelas y como bases de grupos en estas elecciones 2010. Familiarizados con la jurisprudencia, estos individuos pululan las instituciones de justicia en el Estado y en complicidad suya su jefa enaltece a Yucatán como el más seguro del país cuando ciertamente las estadísticas de crímenes se basan en las demandas y denuncias que difícilmente pasen en la Procuraduría con los porros o en el Tribunal de Justicia con la sumisión ya hasta signada legalmente que se guarda a Ivonne; porque, en efecto, los yucatecos no tenemos la costumbre de denunciar, pero basta ver los registros de robo a casa habitación, de violencia de género, de maltrato infantil, de faltas imputadas a adicciones para desvanecer el espejismo de la “paz y tranquilidad” que se nos presenta. Pero de nuevo se nos señala como insensibles que altercamos el ambiente grato de la comunidad, que venimos a sembrar conflictos, una guerra sucia ¿será?
Como dice la página de la candidata priísta a la alcaldía de Mérida: en el municipio la mitad somos menores de 27 años, pero eso no es justificación para dejar en el olvido los parámetros de la verdadera guerra sucia que sin duda se vive en Yucatán, pero no por el PAN sino arrastrada de tiempo atrás por el PRI que presenta el término como “novedoso” y que lamentablemente ha tenido eco en algunos líderes de opinión.
¿Votos? interesado en dejar atrás la auténtica cultura e identidad yucateca, censurando la memoria colectiva, promoviendo en la juventud falsedades, así como también condicionando a los sindicatos con líderes corruptos como con los maestros o los trabajadores de la salud, destituyendo a burócratas que ya han entablado decenas de demandas laborales contra el gobierno estatal (que seguro ganarán pero los hará salirse del ring en esta campaña), con presiones psicológicas, toda un cochino conflicto, se asegura sin prudencia el PRI la victoria.
Para desestimar las demandas, han recurrido a la xenofobia y también han traído a su títere dirigente nacional que nunca ha tenido buena relación con Ortega. Afirman que esta “guerra sucia es del PAN” y continuará después de las elecciones, y claro, el desazón continuará porque no se debe a las elecciones y si el blanquiazul toma juego es para contraatacar los apabullantes delitos de Ivonne Ortega y sus secuaces -irrisoriamente han dado estos mismos la razón de su guerra-; no es contra su candidata Araujo ni de la panista Zavala; orquestada la guerra sucia hacen pasarse por víctimas pues más que nadie están sensibilizados de cómo funciona y de cómo pueden manejar el presupuesto para complementar su onerosa campaña que llena de panfletos tricolores mi reja cada semana.
Entonces ¿sí hay guerra sucia en Yucatán? juzgue usted mismo. N.R.A.A. Mérida Yucatán a 10 de mayo de 2010.
4 mar 2010
Ivonne Ortega, los sindicatos y los medios ¿hasta dónde iremos a parar?
Con anticipación había escuchado del estilo priísta pero pude constatarlo durante mi formación académica. Dada mi constante convivencia con burócratas –especialmente del área de la salud y la educación- fui testigo de la manipulación sindical a las masas, condicionadas en el mejor de los casos, o bien amenazadas por sendos líderes gremiales para fungir de elementos de protesta, allanamiento o como simples acarreados para mítines políticos, con protocolos perfectamente establecidos y exclamaciones bien ensayadas, indicados a portar la camiseta y trasladarse en camiones facilitados por empresas transportistas con intereses de por medio, saciados con bebidas oficiales Natura y tortas facturadas a amigos y familiares.
Luchas y luchas han costado los derechos sindicales que, sin embargo, aún no son esgrimidos libremente por el proletariado, no porque el gobierno o los patrones los vapuleen sino debido a la retención de los mismos por la mafia de algunos sindicatos que condicionan tales garantías para sus intereses personales y/o en pos del partido que por antonomasia acapara los frentes: el Revolucionario Institucional.
Con injusticia los profesores, médicos, las enfermeras o secretarias son condicionados a optar por incrementos de horario, permutas o la soñada basificación que por derecho ineludible tendrían pero que son convertidos en “favores”, “recompensas” o demás dádivas de sus representantes siempre y cuando consientan sus caprichos; al menos en Yucatán se ha visto que los exámenes de oposición, escalafón u otra superación profesional son inútiles –aún con instrumentos oficiales- mientras titulares de secretarías y dependencias estatales padezcan de carácter débil, temeroso o bien el “jefe” haya dado luz verde a sus líderes sindicales para controlar bajo la mesa todo el aparato.
En Yucatán no sólo se palpa sino se ve, comprobándose de voz de los trabajadores que relatan la explotación que sufren por parte de sus delegados. Paradójicamente continúan sometidos a la figura corrupta del sindicato y la impavidez gubernamental pues no encuentran manera de avanzar y su situación económica y familiar les lleva a tomar tan drástica decisión. Así es nuestro México y nuestro Yucatán, producto de 80 años de priísmo pero también por culpa de nuestra apatía y egoísmo para luchar por la verdad y la libertad.
Aparte están los individuos que sin moral, principios éticos, valores profesionales ni vocación ansían recibir su plaza fija, de tiempo completo, en la ciudad y de preferencia cerca de su casa apenas dejan el plantel donde cursaron su formación.
Miran con envidia a los familiares de políticos o líderes sindicales que por “recomendación” acaparan los puestos e infieren que la corrupción es la mejor forma de hacer las cosas, prestándose para mítines, acarreos, faltando a sus actividades que son pagadas por todos los mexicanos con sus impuestos para la educación, seguridad o salud de sus hijos pero que toleran los delegados mientras hagan “bulto” en el evento; surgen entonces las famosas comisiones, licencias temporales de los burócratas para faltar a sus labores debido a “otros” compromisos.
En ocasiones son tantos los cofrades incondicionales que no todos terminan recibiendo lo que deseaban, es entonces cuando el pueblo sufre las acciones de profesionales sin ética que sólo buscan permutar lo antes posible a la ciudad en donde –una vez allí- tomarán a futuro la estafeta del gremio para continuar la terrible mafia que adolece el sector trabajador del país, en detrimento a la mayoría de los representados que no tienen de dónde elegir.
La escalofriante administración PRI-gobierno de Ivonne Ortega, teniendo olvidada a la gente de campo, ofendiendo a los estudiantes (a pesar de que muchos colaboradores de ella surgieron de las filas estudiantiles) y desinteresada por crear fuentes de empleo para la clase popular, ha centrado su estrategia política en los sindicatos a través de los cuales hace sonar su gestión. Son tantos y tantos burócratas federales y estatales que acuden voluntaria o involuntariamente a los llamados de sus líderes para servir al PRI. De los que asisten por su voluntad muchos lo hacen con dolo para conseguir las cosas fácilmente, mientras que otros, habiendo desechado toda posibilidad recta de avanzar en lo profesional y por ende económico, se presentan como último recurso. Sinceramente causa lástima pues es imposible que les toque a todos, llenándose en su credulidad los esperanzados trabajadores con “a la siguiente seguro te toca, ya es un hecho, ya hablé con el jefe”.
Sabe el partido su estrategia, por eso ha dirigido tantos recursos a los Estados desde la Cámara baja, burlando a la Federación y condicionando la autonomía municipal. Por eso rechaza la reforma política pues sabe que referendos acabarían con gobernantes como Ivonne Ortega que llegó al puesto con el voto del 33% del padrón electoral pero que seguramente ha decrecido en estos días ¿mayoría?¿dónde? Por eso sueño con el día en que el PRI pierda su registro, no sin antes haber visto a los conciudadanos librarse de la corrupta opresión sindical y de frentes populares vendidos y sobre todo de pensar por ellos mismos y no definidos por medios de comunicación; se vale soñar y querer es poder…
Vayámonos ahora al otro apoyo de la Sra. Ortega: la estrategia mediática. Se sostiene parcialmente de la empresa Televisa, quien acomodó su asignación (que no designación) como candidata a la gubernatura en 2007 por acuerdo con gente innombrable y que recibió a cambio –la televisora- puertas abiertas para disponer de la Entidad y su presupuesto, las pruebas sobran. La circunstancia de su difusión también se sostiene de la información pagada que ofrece a través del periódico Por Esto!, tabloide sensacionalista que plasma en sus páginas el más grotesco estilo que termina opacando la pluma de cierta gente apreciable que tiene la oportunidad de expresarse a través de él.
Y no es nada nuevo, dicho rotativo ha sobresalido ante todo por la persistente promoción a la figura de su director, el señor Mario Menéndez, y el marcado rencor que se expresa hacia cualquier ideología ajena a la que contribuya a la causa del dueño, contradiciendo su presunción de tolerancia. Sus páginas se plagan de palabrotas y se ha institucionalizado el mal hábito, la falta de respeto, vaya, la enfermedad psicológica de ciertos trabajadores de sus filas de poner apodos por demás ofensivos.
Ya cansado el guerrillero frustrado Mario por la edad y sus aventuras subversivas que alguna vez se acusaron de terrorismo, llenándose con el reconocimiento de únicamente los que le pagan la promoción y quienes lo creen conocer, ha cedido el control al editor y columnista Rafael Arena Rosas, un auténtico “escribidor” que no hace más que calumniar en su espacio sin siquiera establecer propuestas, imponiendo el estilo de animadversión a otros periodistas.
Entre sus zalamerías a regímenes represivos y denuncias al crimen organizado y narcotráfico que nunca tienen fundamentos (¿por qué en otras regiones los medios que se atreven a hacerlo sufren atentados y este periódico sólo recibió un explosivo mínimo, similar a la bombas caseras que alguna vez le imputaron al propietario?), publica notas que de lejos se notan compradas y que me consta personalmente, notas que terminan por difuminarse ante la imposibilidad de darles seguimiento o bien verse rápidamente desmentidas; allá se lucen Ivonne Ortega y sus secuaces –incluidos los de San Lázaro-. Se defienden quejándose de otro periódico como falso pero que coincide este último con otros rotativos de igual prosapia; los auténticos medios de izquierda que aunque no siempre los tenemos en físico bien los podemos leer en línea a diario, no usan el mismo estilo que el Por Esto! ni se hacen cómplices de sus mentiras.
Durante la función de boxeo promovida por el gobierno de Ortega, recibió tremenda rechifla que le mostraron por un momento la realidad de su gestión, la falsedad de su figura, la bajaron de su nube y ni con toda la consejería recibida para su imagen, los gastos millonarios en su físico, la promoción desmesurada de su persona cual “royal” europeo y las cargadas cuentas de sus decenas de asesores en todos los niveles de gobierno, comenzando con Ulises Cabrera, pudieron excusar el momento, cayendo en ridículas acusaciones y culminando con un “¿y qué?”
Muchos piensan que la pobre mujer es solo un títere cuyos hilos penden del centro del país, quizá por eso recibirá próximamente un reconocimiento del PRI nacional por haber vivido de la ubre del erario ininterrumpidamente, como ejemplar miembro del tricolor, y además será reconocida como líder joven por el Foro Económico Mundial, organismo financiado por empresas multimillonarias en el cual Televisa ha participado asiduamente en los últimos años y desde donde, por “coincidencia”, el gobernador del Estado de México, Enrique Peña, fue reconocido con igual premio en la última edición en Davos.
Eso se tiene que organizar para que Bonny deje de chillar por el mal rato que vivió al encontrarse de frente con una pequeña representación del sentir verdadero que ya va cundiendo en miles de personas en Yucatán; le tuvieron que acarrear masivos grupos de gente para contrarrestar un daño que ya estaba hecho y gracias al cual la sociedad ha descubierto su punto débil: la realidad de sí misma y de todo el tugurio que se esconde tras su terno y filigrana. Su “gallo” para la alcaldía (en este caso gallina) se ve opacado por la mediocridad de su patrona que en estos días anda vaciando las arcas públicas para comprar más espacios donde dar versiones risibles: que los que silbaron andaban beodos, que el Ayuntamiento panista compró medio recinto, que un chiflido es nada… en fin, de no haber sido algo no se censuraría la libertad de expresión, torturado a comerciantes, abusar de la autoridad.
Pues no basta con crear redes que “ya no le crean a algún periódico”, poner a alguna lideresa estudiantil a presentar quejas cuando la credibilidad de tal representante se pone en entredicho con el conflicto actual de los estudiantes, ni mantener la monótona parcialidad del Canal 13, de la televisora no oficial o del periódico Por Esto! que con callárselo no pueden decir otra cosa de una administración que nada trascendente ha hecho.
¿Acaso no se planea ya la inauguración de la Temporada de Béisbol? el miedo no anda en burro (en el caso de los asesores) y si bien es sólo un ejemplo día a día veremos la degeneración de esta gestión estatal que ha contaminado las entrañas del sistema político yucateco, atrayendo a gente sin principios de todos rincones o instituciones políticas para infectar y matar a través del delito más punible: la traición.
Se necesitan medidas drásticas, casi iguales a aquellas tomadas bajo la consigna de “Libertad, Igualdad y Fraternidad”: una guillotina simbólica colmada de hombres y mujeres libres para pensar, libres de influencias nefastas, libres de sindicatos corruptos, líderes populares y dirigentes estudiantiles vendidos, iguales en condiciones, en derechos y garantías, iguales como lo que fueran sin importar lo que fueran, y sobre todo en plena fraternidad, más allá del “yo” unilateral; Mérida y Yucatán, yo SÍ les quiero. N.R.A.A. Mérida, Yucatán a 4 de marzo de 2010.
20 feb 2010
CUARESMA, LA CARNE, LA CHAYA Y DOS ARAÑAS
A pesar de la inoperancia de las moderaciones cuaresmales desde un punto de vista religioso, aún conservan su utilidad como medida sanitaria; dentro de la ley de los judíos se establecieron reglas de comportamiento en relación a cuestiones de animales, pureza, impureza, enfermedades, estados fisiológicos e incluso protocolos en la elaboración de alimentos, medidas que en la actualidad sólo son seguidas en la ortodoxia judía. Lo interesante de las reglas no es su sentido dogmático sino su función en el pasado como estrategias de salud pública entre dicho pueblo, mucho antes del concepto de Medicina preventiva y Educación para la Salud. Igualmente, la Iglesia aprovecha el deber espiritual de la Cuaresma para promover acciones que no sólo sean benéficas desde la religión misma sino a la salud física y mental, recibiendo entonces una recompensa integral.
Como mencioné al principio, ya no es una obligación, pero todavía conservan su validez como medidas sanitarias; evitar los productos cárnicos temporalmente es favorable a la salud pues no sólo se deja de consumir grasas saturadas y proteínas de alto residuo nitrogenado sino que se consumen en su lugar muchos nutrientes que son necesarios para el correcto funcionamiento del organismo y que mantienen adecuadamente balanceada la alimentación.
Quienes opten de buena voluntad a prescindir de la carne de animales terrestres disponen de una amplia gama de productos marinos como los de escama, ricos en ácidos grasos que disminuyen el colesterol y fortalecen las defensas, además aportan gran cantidad de vitaminas liposolubles como la A, D, E, entre otras, y los mariscos ricos en proteínas de fácil digestión y con buena aportación de minerales. Nota: el pez león no se puede freír.
Para quienes opten por los productos vegetales también existe una amplia gama de productos, en Yucatán ya contábamos con un acertado menú pero que se ha enriquecido con las aportaciones foráneas. Remitiéndonos al menú autóctono es indudable el puesto de honor para la chaya doméstica (Cnidoscolus chayamansa), esta reina de la “vigilia” se disfruta en los hogares yucatecos en caldo, revuelta con huevo, en fritangas de masa y especialmente en el tamal de chaya o “dzotobichay”, con huevo duro, pepita de calabaza, tomate e incluso queso en las versiones más innovadoras.
Esta planta es rica fuente de nutrientes y aporta más que otros alimentos considerados milagrosos o “súper comidas”. De arraigo prehispánico, las familias de Yucatán solían tener en sus solares más de uno de estos arbustos, a veces de distinto tamaño de hojas de acuerdo a las exigencias de los comensales, incluso los más expertos señalaban las diferencias de sabor dependiendo del tipo de suelo, región o época meteorológica.
Por cuestiones de espacio, desconocimiento de las técnicas de mantenimiento, recolección y preparación, es difícil encontrar tantas matas de chaya como antes, sobre todo en las ciudades, aunque el gusto por la “espinaca yucateca” continúa igual. Sin embargo a pocos años para acá se ha dado un fenómeno que de no solucionarse amenaza gravemente la disponibilidad de chaya doméstica en todas sus variedades: las plagas.
Célebres por su condición urticante y su alta carga de cianhídricos, las hojas de chaya siempre fueron respetadas por los herbívoros, incluidos los parásitos, siendo la cocción –ni siquiera el escaldado- la única forma de neutralizar sus defensas y hacerlas comestibles. No obstante, la llegada de dos ácaros a la región ha burlado la otrora invulnerabilidad de la planta, ocasionándole una muerte lenta durante la cual la hace inservible como alimento aunque no incomible.
Estos ácaros son la araña roja (Tetranychus urticae) y la araña blanca (Polyphagotarsonemus latus), parásitos cosmopolitas de reciente arribo al Estado. En caso de recolectar las hojas de una planta enferma nos estaremos comiendo cientos de ácaros microscópicos y puro bagazo, toda vez que los nutrientes se han perdido. Es fácil reconocer una hoja enferma: en el caso de la araña roja son visibles a simple vista y se reconocen por su color francamente rojo, secretan una tela como de araña y descaradamente rondan el envés de la hoja, misma que va tornándose opaca, amarilla o gris y una vez marchita se cae; en el caso del nefasto ácaro blanco, es microscópico y se identifica con hojas de verdor más concentrado que van deformándose de modo característico (alineándose y doblándose como canasta de jai alai) pero no tan florido en la chaya donde sus hojas –por la misma anatomía- se deforman como una garra, también cortan el crecimiento de la planta e imposibilitan su floración y reproducción.
Los amiguitos no deseados han infestado gran parte de los arbustos de chaya y con los datos proporcionados puede verificarse en la planta que se tenga más cerca. Involuntariamente me he encontrado con ejemplares enfermos en todos los rumbos de Mérida y algunas partes del interior del Estado. Quizá por ello la chaya expendida en los mercados haya alcanzado precios elevados, llegando el coste a ser más alto por kilo de chaya que de carne –amén de la temporada-.
Gran parte de la culpa está la tiene la invasión de plantas extranjeras a través de viveros sin las debidas precauciones pero también debemos reconocer que una buena proporción de las matas derivan de estacas de una mínima cantidad de arbustos desde hace décadas. Opino que es una urgencia refrescar la calidad de las chayas a través de la selección de estacas resistentes e incluso la hibridación con la purgente especie silvestre (Cnidoscolus aconitifolius), a menos que no nos importe ver mermada la población de los ejemplares domésticos y tengamos que erogar mucho dinero por degustar este accesible manjar en comparación al carísimos productos del mar.
Las plagas pueden controlarse con productos químicos organofosforados pero no es lo ideal pues son las hojas que se consumen directamente; el uso de repelentes a base de neem, ajo y canela funcionan pero se requiere dedicación y constancia, mucho qué pedir para la poca paciencia de la gente moderna. N.R.A.A. Mérida, Yucatán a 20 de febrero de 2010.
4 feb 2010
EL PRI, UN CASO PERDIDO
No tiene caso decirle a quienes se los dije que se los dije porque dejaría de decirles lo que les estoy diciendo ahora que es lo mismo que les dije y que no tendría caso dejarles de decir. Mi propósito no es favorecer a tal o cual partido, pero si algo ansío en esta vida es que cada ciudadano del particular país en que vivimos aprenda a pensar y tomar decisiones por sí mismo, con un obvio compromiso moral para dirigirme primero a los vecinos de mi Estado y municipio.
Cada individuo es libre de elegir entre sus opciones y nadie debería intervenir; las campañas deben ser siempre propositivas, votar por quien presente el mejor escenario. Si bien el famoso “voto de castigo” es tolerable, mantener esa visión retrógrada y de cierta forma rencorosa en forma permanente sólo prolonga la creencia de que todos los políticos son malos y que “tiene derecho” a vivir de nuestros impuestos aquel que nos haga menos daño mientras ciertos sectores de la sociedad vean cómo “rascarse” por sí mismos. Es justo acotar que en algunas comunidades la evolución del pensamiento fue tomando velocidad desde años atrás y dentro de sus primeras expresiones tuvieron que sufrir la censura del oficialismo al grado de recibir de la metralla la más canalla represión.
No se buscaba más que el adecuado desarrollo del pueblo, la cuestión era sencilla, ya Juárez lo había dicho: la línea recta es la más corta, ¿qué ansiar más sino primero la libertad? ese valor puesto en la Ley y esgrimido en el discurso; era tan sencillo aplicar las garantías, la línea más corta sin duda, pero en aquel entonces el aparato gubernamental le temía a algo más que a nada: a la verdad.
Un maestro de Galilea había dicho hace mucho que la verdad hace libre a los hombres, y aunque la Historia trillada lo contrapone a Juárez, ambos predicaron sobre la paz, reafirmaron la validez de las leyes, rechazaron la presunción y la opulencia, consideraron misión ineludible la búsqueda del bien común y, como dije al inicio del párrafo, vieron la necesidad de toda persona en encontrar la libertad. Si bien difirieron en modos y formas, la información manipulada los hizo totalmente incompatibles, se ocultó la correspondiente verdad.
A base de perseverancia en un lucha que aún no acaba en algunos frentes, diversas comunidades consiguieron derrocar a los represores, quienes ocultaban la verdad; esas comunidades gozan hoy de una mejor calidad de vida, avance material e intelectual, desarrollo humano y viven motivadas para hacer válida la libertad en su máxima expresión.
Quizá sobre comentar que el actual Partido Revolucionario Institucional es quien mantuvo tal injuria, pero es operante aclarar que esa afrenta no culminó y sigue latente en los procederes del partido y por ende en los lugares donde aún “administra el poder”. Gran parte de la población es aún gobernada a niveles locales por el PRI, son cientos de municipios que carecen de desarrollo, persisten costumbres anacrónicas y sus pobladores tienen que emigrar a los grandes núcleos urbanos o bien hacia el otro lado de la frontera norte ante la falta de bienestar. Sin generalizar, hay quienes, ofuscados por el progreso, ansían prestos un igual nivel de vida al que sin duda tienen derecho pero que no se consigue sin esfuerzo; acostumbrados al “atole con el dedo” rechazan que les enseñen a pescar y demandan directamente el pescado; sensibilizados del tráfico de influencias, compadrazgos y apadrinamientos políticos, nepotismo y acoso de toda índole, no ven otra manera de sobresalir, conseguir un puesto de trabajo, disponer de la justicia según convenga, etcétera, si no es en tal modo. Lleno el tricolor de “dinosaurios” expertos en los métodos, representantes gremiales que plagan las oficinas burocráticas de personal no calificado, “juniors” que presumen de la impunidad que pueden llegar a gozar -todo bajo una máscara de servicio y entregada representación popular- muestran a una opción política con falsa imagen de la que casi todos tienen fe pero que a la vez rechazan aceptarla como en realidad se mueve a riesgo de no disfrutar en algún momento de las “recomendaciones” que finalmente sólo denuestan el valor de la igualdad que va a la mano de la libertad y que en consecuencia es vilipendiada ¿quién se atreve a renunciar a algo que aún se va cimentando? muchos, muchos, y lo demuestran los resultados electorales.
Tal como dije al principio, es consecuencia de la decisión de cada persona para con su voto, una decisión que puede o no derivar de un análisis. Allá nadie debe intervenir aunque no falten las instituciones políticas que anden presumiendo su omisión en los medios (¿será posible?), pero en lo que a mí corresponde considero que existe un deber moral hacia el esclarecimiento de la verdad. Si bien el PRI todavía tiene gran preferencia por lo que realmente es, no faltan individuos que aún se crean su disfraz de abnegado, luego entonces sería doblemente útil su desenmascaramiento pues no existiría manera de simular la moralidad que abanderan tantos afiliados como tampoco esa imagen en el exterior. Definitivamente, como en todos los partidos, cuenta entre sus filas con ciudadanos capaces y con principios a los que se abriría paso para la adecuada construcción del municipio, del Estado y de la Nación, acabando primeramente con la enajenación de los servidores públicos.
Cuando el susodicho partido acaparó la mayoría absoluta (con su fiel tucán) en la Cámara baja durante las últimas elecciones federales, desde el principio ha tenido la oportunidad de sacar adelante las reformas más adecuadas para el país, sin embargo ha frenado el avance generalizado a fin de proponerlas en un posible futuro sexenio suyo para usarlo en provecho propio y no de la sociedad. Rechazando las propuestas de una tendencia acusándola de electorera o de otra acusándola de populista, hace uso de la demagogia para representarse como única salida, no preocupado si quiera por criticar constructivamente -pues abriría un debate que seguro perdería- ni mucho menos por proponer; en fin, se lava las manos como el Pilatos que se desentendió de la verdad.
Y es que es indudable, se ha repetido desde el punto que se quiera ver: cuando Madero fue asesinado se esfumó cualquier futura emancipación derivada del movimiento revolucionario; cuando Zapata murió se perdió al auténtico caudillo de los trabajadores de la tierra. De entre los grupos que se enfrentaban uno consiguió enarbolar aquellas dos banderas ajenas y exterminó a sus contrincantes: más allá de fomentar la democracia inherente al pensamiento de Madero, se dedicó a contenerla, más allá de fomentar la producción en el campo y establecer una simbiosis social le devolvió a los hacendados las tierras y procuró desigualdades. Ese grupo fundó el PRI y los actuales militantes pretenden resurgir la doctrina revolucionaria usurpada como estandarte, diciéndose poseedores y auténticos herederos no obstante que rechazan armas que consolidarían la democracia y evitarían controversias y demás lastres legales, desdeñando los recortes a los partidos, la disminución de legisladores, negando la posibilidad de referendos o plebiscitos; se dicen perpetuos guardianes contra la privatización cuando desde el Estado de México se contagia a los demás gobiernos estatales priístas la privatización de la obra pública; desean controlar las jornadas protocolarias del Ejecutivo para someterlo junto con el Poder Judicial al Legislativo, una bofetada al federalismo, mientras que da rienda suelta a la excesiva difusión de su “gallito”, los súbditos de éste en las sillas ejecutivas estatales o cualquier candidato que pretenda hacer creer a la sociedad cuánto la quiere…
No bastando con eso y valiéndose de “nuevas mayorías”, ignoran a las minorías y zahieren a la equidad de género, siendo el partido que cuenta proporcionalmente con menos mujeres entre sus servidores públicos (léase parlamentarios o de otro rubro) llegando incluso a ofender a los electores haciendo renunciar a mujeres electas a fin de dar paso a sus suplentes hombres. En cuanto al campo ni qué decir, en el Estado lo dirige un pudiente vástago de desaparecido ex secretario de la Reforma Agraria en cuyo desempeño se repartieron tierras de manera criminal a latifundistas y hoteleros por todo el país.
Aunque la lista pueda seguir baste la mitad de esto para señalar que quienes comandan el PRI y todos los que se mueven bajo sus hilos no tienen calidad moral para nada, o como dirían los compañeros heliófilos: no tienen… progenitora.
A veces me confunde la continua votación por aquel partido y por tal sintetizo palabras que sostuvo cierto prócer latinoamericano: viendo en manos de los políticos terribles a las masas muchas veces ignorantes cuyas sentimientos y pasiones son explotadas, es deber de todo hombre honrado no desentenderse de la política para evitar que los parásitos la agangrenen, y trabajar no con esas doctrinas ineficaces sino como los medios reales en pos de la libertad.
Y es la verdad la que nos hace libres, siendo deber de todos no ignorarla. N.R.A.A. Mérida, Yucatán a 4 de febrero de 2010.
16 ene 2010
A QUERER A MERIDA
Por Narces Alcocer Ayuso
Y sí, vaya que fue una sorpresa para mí la aceptación de la Arq. Araujo como virtual candidata a la alcaldía del municipio por su partido; ya lo había anticipado el Diario de Yucatán aunque siempre fui escéptico pues daba por hecho el nombramiento del diputado Zapata como candidato e incluso le daba al dirigente estatal Sahuí mejores posibilidades que la ex directora de la desaparecida Cousey. Sin más que los cuchicheos de algunos amigos dentro del tricolor sobre la aceptación a regañadientes de Zapata Bello siempre y cuando quede él como candidato a la gubernatura en el 2012 ó de Sahuí Rivero para alcalde en el mismo año, la impresión en los “gentiles” no va más allá que la santa palabra de la Sra. Ortega que poco a poco ha desestimado a priístas capaces para cundir la estructura burocrática y del mismo partido con personas aparentemente allegadas e incondicionales pero no precisamente a su patrona.
Por otro lado, en Acción Nacional se vive un ambiente tenso pues se teme una posibilidad de derrota en las urnas. A pesar de su declive, el partido no ha tocado fondo; nadie duda que fueran funestas las derrotas en las gubernaturas de Querétaro y San Luis o las alcaldías de Guadalajara y los municipios industriales del Estado de México, pero un traspié en la municipalidad meridana cimbraría la base panista y modificaría por completo el mapa político de México. Digamos que el PAN es una estructura de cuatro columnas: la primera la constituye la fuerza norteña, la siguiente es la fuerza del Bajío, la otra es la fuerza del centro y finalmente la sola ciudad de Mérida en el sureste representa la cuarta columna. En el resto de las regiones del país, si bien hay considerable presencia blanquiazul, nunca se han constituido verdaderos bastiones. Tras las elecciones de 2009, aunque temblaron las columnas ésas no se desgastaron tanto como para caer ya que en el norte Baja California y Sonora la mantuvieron, en el Bajío Guanajuato, Aguascalientes y la influencia de Jalisco hicieron lo propio, en el centro la influencia presidencial mantiene el sustento y en el sureste la Ciudad Blanca se mantiene como la flor del inmenso barrizal de la región, una auténtica base.
¿Por qué Mérida aguanta sola todo el peso de una columna? fue una de las primeras ciudades en tener un gobierno panista – la segunda exactamente-, pero en aquellos años 60 la insipiencia de la comunicaciones electrónicas y la censura en la prensa hacía que los afines a la doctrina humanista del PAN lo hagan por convicción y no por ambición, con un interés legítimo en el progreso del pensamiento, base de todo desarrollo social, y no por cuestiones materiales, especialmente en zonas tan desentendidas del territorio que fungió de cuna al partido como fue el centro-norte del país. Todo ello le impregnó una identidad particular al panismo meridano, de tal legitimidad que a no ser por la opresión tiránica que se volcó con todo, habría conseguido una gubernatura panista mucho antes que Ernesto Ruffo a fines de los 80. De cualquier manera la brutalidad no acaba con las ideas y la influencia yucateca en el panismo consiguió su acmé a través del recordado Carlos Castillo al duplicar la militancia en todo el país y dejar el camino listo para acabar en los años siguientes con la dictadura de 70 años del tricolor. Con anticipación, Mérida consolidó su libre pensamiento, su democracia, su identidad propia y por veinte años ha sido servida por figuras panistas que contribuyeron a escenificarla como la ciudad más limpia, culta, segura y en general con mejor calidad de vida no sólo en el sureste sino en toda la región sur y del Golfo.
A través de toda esta pobrísima zona sur-oriental del país, cundida de indígenas olvidados o masas reprimidas por el interés material donde la única manera de hacer política es a través de recomendaciones o compadrazgos, de transigir acosos sexuales o rendición a los vicios, Mérida se ha mantenido dignamente. Es así que desde lejos ofrece resistencia al estancamiento que parecieran llevar los hermanos de la comarca y que emulándola han conseguido algunos municipios regionales sumarse al afán progresista.
Sin embargo su condición no está exenta de cambiar pues la propia libertad de elección permite a los pobladores decidir quiénes dirigirán el ayuntamiento. Algunos jóvenes y gente inmigrante en la urbe que nunca han conocido otro partido en el municipio más que el PAN se han dejado llevar por la engañosa propaganda del grupo que controla el PRI local y junto a los simpatizantes habituales de dicho partido han conseguido un número de votantes que en las pasadas elecciones federales otorgaron los distritos electorales al Revolucionario Institucional, cuyos titulares al poco tiempo dieron negativamente de qué hablar y lo continúan haciendo, resultando favorecidos sólo por la información pagada en ciertos rotativos de dudosa ética.
El bombardeo mediático, la abominable promoción de la figura caricaturesca que es lo único que representa Ivonne Ortega ante su carencia de obras, el desprestigio infundado de muchos políticos de cualquier partido que aspiren a equilibrar la situación, las irreverencias materiales que ofuscan a gente que busca conseguirlo todo de la manera más fácil y rápida y el natural desafío a la moral de algunos sectores amenazan la permanencia del PAN en la alcaldía. Mas no es sólo perder la municipalidad, es perder el bastión panista, el estandarte del partido, debilitar la columnata que en caso de tambalear la estructura del blanquiazul se tendrá que reacomodar, ya no en un sistema de cuatro patas sino más bien en un trípode, desapareciendo la particular identidad local del partido y marchitando la flor del desierto, la del sur-sureste, siendo a partir de entonces todo la región dependiente del centro.
A diferencia de los otros partidos, en el PAN no hay un único precandidato y aunque existan tendencias no son definitivas. En lo que corresponde a la actual administración, el Ayuntamiento continúa haciendo lo que mejor sabe hacer: trabajar. Respecto a los otros partidos hay poco qué decir salvo las aspiraciones del controvertido Francisco Solís.
Independientemente de ello, quienes asumimos las consecuencias siempre somos los ciudadanos. Tanto pregona el IFE sobre el poder del voto y cómo podemos participar en el funcionamiento del sistema, sin embargo lo presenta como una cuestión de premio-castigo hacia los partidos políticos, una participación cada tres años fuera de la cual nos deberíamos “aguantar”, darle un período al funcionario para mejorar su situación y de paso la nuestra, y en caso de no satisfacernos simplemente cambiar el voto en las siguientes elecciones para “ver qué pasa” ¿funciona eso? ¿sería alternancia? como dije en una ocasión, Madero esgrimió la idea del sufragio efectivo y la no reelección, pero al individuo lo asesinaron y el fondo de la máxima fue adulterada por un grupo represor que se hizo abanderado del movimiento revolucionario mientras que fueron ellos quienes realmente lo aplastaron; cuando la doctrina ya resultó inoperante para su régimen y no podía esconder la verdadera imagen, se deshicieron de ella y de todos los hombres y mujeres que buscaron sanarla y llevarla al frente de batalla nuevamente (un sinfín de pensares, sentimientos y demás aprehensiones me brotan al escuchar a la lideresa Paredes querer acoger nuevamente al espíritu revolucionario mientras fue su partido el mismo que lo reprimió, lo violó, adulteró y vapuleó, al mismo tiempo que silenciaba a todos los humanistas y libres pensadores que buscaron rescatarlo). El caso es que un político no recibe la función de regirnos y recibir nosotros a cambio el honor de tener a sendo figurón en el trono, sino que el funcionario recibe el honor de servirnos, ser el siervo entre los siervos como el obispo de Roma y no la figura universal como el patriarca de Constantinopla; en caso de que no nos satisfaga simplemente acabaría no sólo su futuro político sino la trascendencia de sus ideas, con variables penales incluso; idóneos serían los referéndums, plebiscitos o demás conceptos; el sucesor debe convencer, agradar, comprometerse, pero ¿y si es del mismo partido? no le veo problema, cada quien debería establecer una línea, de ahí la virtud del legado de Madero. Luego ¿sería una alternancia el simple cambio de partido? técnicamente sí pero no en el fondo, incluso la alternancia real no es una panacea, debe ir integrada a todo el valor democrático para poder funcionar.
A lo que me refiero es que no debemos esperar la acción de los políticos sino la nuestra dentro la cual el servidor público es sólo un “ejecutante”. Nos pueden ofrecer una ciudad moderna (contaminante), artística (adornada), joven (relajada) y demás, muy al estilo de Salinas, Hank González y ahora Peña nieta, pero – a manera de analogía- cualquier individuo con sentido común comprendería que es mejor bajar de peso que comprar ropa más holgada; si nos mantuviéramos obesos comeríamos en mayor cantidad y nuestra ropa y aparatos de uso cotidianos serían proporcionales al volumen, igualmente una localidad que abandone su lucha por ser la mejor ciudad de México requeriría de mayores recursos, no sólo para abrir una tangente a los problemas habituales sino para mantener ambas direcciones que a la larga demandarían permanentemente nueva infraestructura, derrochadora de recursos, que abriría cada vez nuevas tangentes al grado de volverse insostenible y generar caos; la alta demografía, o su tasa ya no son viables, y menos si no se buscara el ordenamiento de la localidad. Considerando la incertidumbre por el periódico aumento del combustible ¿no sería mejor moderar el uso de automotores, solidarizarnos, reducir la contaminación, involucrarnos más en el problemas del transporte público y no dejarlo a manos de mafias protegidas en lugar de hacer una ciudad iluminada por luces de xenón, neón, con calles amplias y pletóricas de autos en una población de malos hábitos viales? ¿cuál sería una verdadera modernidad sustentable?, ¿no sería mejor consolidar los espacios públicos y vecinales como foros de cultura popular, urbana, personal, tangible y autosuficiente en lugar de organizar dispendiosos conciertos masivos de artistas lejanos e inalcanzables para darle gusto a unos pocos plutócratas y turistas, o bien buscar llevar el título de la “Atenas mexicana” en esta época tecnológica en lugar de erigir ostentosos palacios sobre el estilo arquitectónico y alfarero de una cultura que asimilada por nosotros aún vive? ¿cuál sería arte y cultura?, ¿no sería mejor mantener a los jóvenes en las posiciones ideales y en la adecuada proporción de una estructura integral de amistad, cooperativa, en lugar de instituir secretarías juveniles falsas mientras las huestes de porros envician a los jóvenes y estudiantes con drogas y alcohol y luego conducen a votar por cierto partido en el que la única juventud la llevan los “juniors” y pseudo-líderes estudiantiles que desestiman las peticiones de sus representados? ¿cuál es ser joven?
Definitivamente los votos hablan pero como dijo cierto personaje: un funcionario electo obtiene la legalidad a través de los votos, pero la legitimidad sólo a través de la moral. Basta un breve análisis para discernir quién tiene moral en nuestra sociedad. Atrévanse a considerar que al igual que la fe, la moral causa, actúa, se palpa, las obras son reflejo de una verdadera autoridad ganada con vocación de servicio, y una autoridad sólo se mantiene con la conjunción de la legalidad y la legitimidad, ésta última un valor que no puede autoasignarse o siquiera pretenderse a través de mojigangas mediáticas coludidas de maquillaje caro y coreografías aprendidas ¿quién tiene ese valor y a quién le vale? mientras unos develan placas alusivas al bien hacer otros buscan cubrir sus errores y sus muertos con sábanas y cobertores. N.R.A.A. Mérida, Yucatán a 16 de enero de 2010.